Alfredo Farías le envió una carta en 2015 al por entonces flamante presidente Mauricio Macri, quien unos meses después lo visitó en persona, en el puesto de tortas asadas que tiene junto a su mujer Mónica en el cruce de la ruta 18 con los accesos a Uranga y Acebal. A dos años de ese momento que trascendió a nivel nacional, el “tortero” sigue convencido en su apoyo al mandatario aunque le cueste recibir insultos e incluso intimidaciones –denunció que su puesto fue baleado– y aseguró que a pesar de que vende menos, ha logrado montar una quinta próspera.
En diálogo con el programa A Diario (Radio 2); el llamado “tortero de Macri” contó algo sobre su actualidad, a dos años de recibir la visita de Macri, hecho que a pesar del tiempo que transcurrió aún le genera inconvenientes: “Vengo con la idea de dejar la parrilla y dedicarme a otra cosa porque se está poniendo bravo el tema. Si bien hay una enormidad de gente que se saca fotos con nosotros hay un puñado de personas que pasan y nos dan insultos que madre mía”, comentó y explicó: “Es que por los aumentos de los servicios, los precios, la nafta nos descargan cantidad de insultos”.
Farías reveló que hace unos meses atrás le hicieron un ofrecimiento muy particular: “Llegaron dos coches flamantes como si fueran oficiales. Eran cristinistas que me ofrecieron comprarme autos, pagarme deudas, dinero para que hable en contra de Macri. Yo les dije que no soy de nadie. Tuve la hombría de decírselo a Macri y me dijo que tenía la esperanza de encontrar dos Alfredos”, señaló. “Como rechacé la oferta –continuó– nos tiraron un par de tiros de manera muy cobarde, fueron ellos mismos. Les digo a ese puñado de ignorantes que nos insultan que jamás en la vida ellos van a llegar a hacer ni el 1 por ciento de lo que Mónica y yo hicimos por la gente”, advirtió en relación a un proyecto que lleva adelante en pro de la preservación del ecosistema.
Consultado sobre si se arrepiente de haber apoyado a Macri, respondió: “No me arrepiento, lo hago cien mil veces porque lo que apoyo es que el país salga para adelante, no me importa quién gobierne. Quiero que se terminen los robos, la plata regalada a los vagos” y agregó:”Que le saquen los fueros, que les quepa la espada en la vaina”.
Aunque admitió que le “cuesta más vender” y que gana menos que un año atrás, sigue confiando en que “las cosas van a cambiar”. Según manifestó hace 6 meses se mudó a un inmueble en que logró criar animales: “A los 4 meses ya tenía una quinta con 400 animales. Si yo logré eso sin nada ¿me van a decir que la gente se muere de hambre y no tiene trabajo?”, cuestionó y remarcó: “Laburando se puede, no hay que estar esperando que te regalen las cosas de arriba”.