Un jefe policial de Corrientes fue desplazado de su cargo luego de que ordenara prohibir la permanencia de perros y gatos en las comisarías y divisiones. Fue Cartucho, un labrador color crema quien le ganó la pulseada. 

Todo comenzó el sábado pasado –según publicó el diario Corrientes Hoy– cuando Cartucho, la mascota de la comisaría 7ª de Corrientes mordió a una nena por causas que se desconocen. Tras ese episodio, el comisario mayor Julio César Gómez, director de Seguridad Metropolitana de la Policía correntina, envió un memo a todas las divisiones y seccionales de la fuerza, en el que señalaba que "quedaba prohibida la permanencia de perros y gatos dentro de dependencias policiales".

Pero la medida generó tal malestar entre los uniformados, e incluso en el jefe policial correntino, comisario mayor Eduardo Acosta, que finalmente Gómez fue desplazado a otra seccional y Cartucho se quedó en la 7ª, aunque ahora se encuentra bajo observación veterinaria.

“Cartucho regresará a la comisaría séptima urbana, donde quedará definitivamente alojado con las medidas de prevención y de seguridad del caso y bajo el cuidado necesario, para evitar situaciones como la sucedida”, reza el comunicado policial que publicó Corrientes Hoy.