Pocos tienen en cuenta que la radiación ultravioleta también es dañina para los ojos y que, de no protegerlos, aumenta el riesgo de cataratas y otras condiciones visuales. En la actualidad, el país no cuenta con controles previos a la comercialización de anteojos de sol, para comprobar si realmente poseen filtros para rayos UV. Hoy incluirlos depende de la voluntad del fabricante.
“Usar anteojos de sol que tengan una protección de 400 contra los rayos UV es equivalente a llevar protector solar para la piel filtro 50”, indicó Norberto Fermani, presidente de la Cámara Argentina de Industrias Ópticas y Afines (CADIOA). Sin embargo advirtió que muchos dicen proteger los ojos pero en realidad no lo hacen, según consignó Doc Salud.
La imposibilidad de saber si realmente el anteojo protege o es vidrio pintado, expone al riesgo de contraer enfermedades de la visión, mucho más que si no se usara ningún lente, ya que estos actúan agrandando la pupila.
Se estima que en el país se venden anualmente 5 millones de anteojos truchos que carecen de todo tipo de protección. La diferencia está claramente en el precio, ya que un vidrio pintado cuesta 3 centavos de dólar, mientras que uno con filtros UV sale 60 centavos de dólar.
Ante este panorama, la cámara impulsa una iniciativa para que los lentes oscuros sean considerados como productos de salud y fiscalizados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).