El Papa Francisco colgó un cartel en la puerta de su habitación en el Vaticano donde afirma, en italiano, la frase "prohibido lamentarse".
La imagen se viralizó a partir de que un sacerdote tomó la foto y la acercó al diario La Stampa de Italia. En uno de los párrafos se lee la frase "los transgresores están sujetos a un síndrome de victimismo con la consecuente disminución del tono del humor y de la capacidad para resolver problemas".
"La sanción es doble si la falta es cometida ante la presencia de niños. Para volverse el mejor de uno mismo hay que concentrarse en las propias potencialidades y no en los propios límites", afirma otro párrafo.
"Deja de quejarte y actúa para hacer mejor tu vida", cierra el cartel.