El jefe de la Unidad Regional II de la Policía santafesina, Marcelo Villanúa, respaldó las actuaciones efectuadas este domingo en el barrio Toba –en la zona oeste de Rosario– por personal del Comando Radioeléctrico, al que habitantes del barrio denunció por agresiones violentas. Según señaló, los efectivos debieron responder a agresiones de parte de personas que se negaron a ser identificadas. Negó que haya habido alguna irregularidad en el accionar del médico policial y remarcó que de las 14 personas que fueron detenidas –ya fueron liberadas– muchas cuentan con antecedentes penales, incluso por homicidio. Este mediodía, el Ministerio Público Fiscal, que investiga el accionar de los uniformados, lo citó a declarar.
En una conferencia de prensa brindada por autoridades provinciales y difundida en Radiópolis (Radio 2), el jefe de la Policía local se refirió a un operativo realizado este domingo en inmediaciones de Rouillón al 4400 que es investigado por el fiscal Gustavo Ponce Asahad luego de que miembros de la comunidad Qom denunciaran una serie de irregularidades: detenciones arbitrarias y violentas, apremios, agresiones físicas y descalificaciones, incluso, el acceso a viviendas sin orden judicial. Sin embargo, la versión policial contradice radicalmente esta versión y sostiene que los uniformados intentaban identificar a unas personas en el lugar y fueron atacados. El comisario mayor apoyó las actuaciones policiales cuestionadas: “Avalo el procedimiento según el acta y también lo hace el gobierno de la Provincia”, subrayó.
También rechazó las acusaciones sobre discriminación que vecinos de la zona manifestaron: “No hubo persecución policial, hacemos cientos de miles de identificaciones y éste es un sólo paso que se da. Nosotros perseguimos al delito, no a ninguna a comunidad”, remarcó y agregó sobre los 14 apresados: “Muchos tienen frondosos antecedentes por desobediencia a las autoridades, lesiones, tenencia y abuso de arma de fuego y por homicidio”, advirtió. Luego, detalló que uno de los demorados es una persona que tiene una causa por homicidio y que “estaba requerido por la Justicia desde 2012”.
Consultado sobre los golpes recibidos de parte de algunas personas de parte de la Policía, señaló: “Si se extralimitaron, el delito está siendo investigado por la Fiscalía”; pero enseguida negó: “Acá no hubo un enfrentamiento armado, el personal policial fue víctima de una turba que tenía armas blancas. No sé si eran miembros de alguna comunidad, sólo sé que fueron oportunamente detenidos”.
También aseguró que sólo se registraron dos heridos por lesiones de carácter leve. Y sobre la investigación en contra del médico policial, quien en su informe no comunicó las lesiones de algunos de los detenidos, respondió: “El médico de Policía ingresó en un horario puntual y es por eso que todas las actas van a figurar con el mismo horario. Fueron debidamente secuestradas”.
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