La defensa de Nilda Álvarez, condenada en julio pasado junto a su hijo Armando F., por los jueces Penales del Tribunal Oral de Juicio de Primera instancia de Villa Constitución, a la pena de 12 años de prisión por el homicidio agravado por el vínculo contra su pareja, Armando “Patalín” Ferreyra el 9 de agosto de 2014, presentó un recurso de apelación al entender que no se hicieron lugar a los planteos realizados, en especial, el de legítima defensa.

El Tribunal Oral de Juicio que dictó condena estuvo integrado por los jueces penales Mariel Minetti, Alberto Jesús Rizzardi y Griselda Strologo mientras que por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) intervino la fiscal, Valeria Pedrana, quien había solicitado la pena de prisión perpetua para Nilda A. como así también para su hijo, quien estuvo asesorado por la abogada particular, Mabel Bevaqua.

Nilda recibió la asistencia judicial del defensor público, Facundo Principiano, conjuntamente con la representante de la Unidad de Apoyo a Juicios Orales del Ministerio Público de la Defensa de la Provincia de Santa Fe, Melisa Andreatta, quienes durante el juicio hicieron hincapié en el sufrimiento que su defendida padeció a través de los años, con pruebas para acreditar la situación de sometimiento crónico y el contexto de violencia de género del que fue víctima durante su relación con Ferreyra.

La fiscal del MPA se preguntó si la violencia familiar daba lugar a una licencia para matar. Principiano no soslayó remarcar que de esa forma daba por acreditada la violencia machista a la que era sometida Nilda y trajo a colación la palabra de Alejandra García, derivada del Consejo de la Mujer, quien explicó durante el juicio que el de Nilda era un caso “indudable” de violencia de género sostenido en el tiempo.

La profesional también remarcó que hubiera sido “imposible” salir de ese círculo violento dado que Nilda no tenía los recursos a nivel subjetivos para hacerlo y que en varias oportunidades su marido se fue de la casa a lo que luego volvía por sus hijos y ella lo perdonaba “porque lo amaba”.

El pasado 1 de agosto, Principiano presentó un recurso de apelación a la condena. Según pudo conocer Rosario3.com, en el texto señaló que de las 76 páginas que tiene el fallo, sólo se hace mención a la situación de violencia de género en un sólo párrafo. También mencionó que se exponen conceptos como “violencia intrafamiliar”, “agresión mutua”, “términos que para estos casos se dejaron de usar hace ya bastante tiempo y que sólo contribuyen a sostener la discriminación y violencia sobre las mujeres, con un evidente desprecio por considerar la “perspectiva de género””, apuntó.

Entre múltiples consideraciones que fueron expresadas y argumentadas en la apelación, Principiano destacó que no se hizo lugar al planteo de “legítima defensa” que fue sostenido por la defensa durante el juicio.

El homicidio

De acuerdo al Ministerio Público de la Defensa, durante la mañana del 9 de agosto de 2014, Patalín estaba junto a sus dos hijos cuando se desató una violenta discusión en su casa. Nilda se encontraba durmiendo y rápidamente despertó por los gritos que provenían desde el comedor. Cuando llegó allí se encontró con su pareja agarrando del cuello a su hijo y con un cuchillo en la mano.

Al observar tremenda escena, la mujer decidió ir en ayuda de su hijo y en su intento desesperado por detener la agresión, la mujer sufrió una serie de empujones, cortaduras y golpes que su marido le terminó propinando durante el forcejeo.

En medio de esta situación, Nilda le dio a su marido dos golpes con una chaira mientras que Patalín falleció producto de dos heridas de arma blanca.

Independientemente de esa cuestión, y más allá de la duda razonable, Principiano aclaró durante el juicio que no existen pruebas que establezcan que la acción de Nilda pudo haber sido causa de muerte y que esas lesiones fueron efectuadas en el marco de una situación crítica donde estaba siendo amenazada la vida de su hijo y donde ella lo defendió de la agresión que estaba recibiendo por parte del padre.