El papa Francisco convocó este domingo a los fieles católicos a una jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo para el próximo 23 de febrero, un acto al que invitó a sumarse a personas de todo el mundo y también de otras confesiones.

Esta jornada de oración estará dedicada de forma especial a pedir el cese de la violencia en la República Democrática del Congo y en Sudán del Sur, explicó tras el rezo del Ángelus dominical el Papa, que ha expresado en otras ocasiones su preocupación por esos países.

El pontífice invitó a participar en esta iniciativa y en el modo que estimen oportuno "a los hermanos y las hermanas no católicas y no cristianos".

"Que nuestro Padre celeste escuche siempre a sus hijos que le gritan en el dolor y la angustia", reclamó.

Francisco hizo un llamamiento para que el mundo "escuche este grito" y para que cada persona "en su propia conciencia, ante Dios, nos preguntemos «¿qué puedo hacer yo por la paz?»", indicó.

"Seguramente podremos rezar, pero no solo eso. Cada uno puede decir concretamente «no» a la violencia. Porque las victorias obtenidas con la violencia son falsas victorias. Mientras que trabajar por la paz hace bien", zanjó.