La docente santafesina Raquel Davi, que trabaja en Rosario, participó este martes del acto de entrega del Premio “Maestro Ilustre 2018” realizado en el Palacio Sarmiento, sede del Ministerio de Educación de la Nación, junto a otras 23 colegas de todo el país. Esta distinción se le otorga a un educador de cada una de las provincias por su aporte a la educación.
Raquel Davi es directora de la Escuela Primaria N° 1254 de Rosario, que se encuentra en la periferia de la ciudad y atiende a población de riesgo. Los proyectos institucionales sobre los que trabaja esta directora están orientados a la construcción de herramientas inclusivas para mejorar las prácticas de enseñanza. Además implementa la Jornada Ampliada, Comunidades de Aprendizajes y programas de convivencia como Lazos y Abre Vida.
Raquel nació en Centeno, hizo allí un secundario con terminalidad en bachiller pedagógico y estudió luego el profesorado en Educación Primaria. A los 25 años, en 1987, comenzó a dar clases en una primaria rural del Campo Castro, donde se desempeñaba como personal único.
Por lo tanto, y a pesar de no haber recibido formación específica, comenzó a trabajar de manera interdisciplinaria, por proyectos con el nivel de complejidad correspondiente a las edades de los estudiantes de primero a séptimo grado que reunía en la sala multigrado.
“Muchos años atrás, cuando aún no había escuchado hablar de interdisciplina, ya trataba de relacionar las áreas con un mismo tema y diferentes enfoques y complejidades en simultáneo, para un agrupamiento heterogéneo”, señaló la educadora.
Viajaba todas las madrugadas a la escuela en el camión lechero hasta que nació su tercer hijo, y entonces pidió traslado a una escuela del pueblo, donde trabajó pocos años. “Lo mejor que hice en mi vida fue decidir irme a vivir a la ciudad, con mis 5 hijos, a pesar de los temores de mi familia. Porque en la ciudad pude trabajar con otros compañeros y seguir mi formación”, dice.
Cuando titularizó su cargo, en 1992, lo permutó con una colega de Centeno que daba clases en Rosario y así comenzó su trabajo en la Escuela Primaria 133 de Nuevo Alberdi. En el año 2006 una vicedirectora la animó a concursar por un cargo directivo, estuvo entre los 100 mejores resultados en toda la provincia y, desde entonces, es la directora de la Escuela Primaria 1254.
Sobre el trabajo en los barrios vulnerables, recuerda que cuando comenzó “quería tapar el sol con la mano”. Le ayudaba a las mamás a aprender a cocinar para vender tortas, salía de la escuela y visitaba las familias para ayudarlas con lo que pudiera, hasta que se dio cuenta de que el centro del cambio era el aula, y desde allí convocar a las familiar para aprender y hacer juntos, la escuela y el barrio.
El perfil del director lo fue aprendiendo al andar. Pasó del entusiasmo al temor por cómo hacerlo, hasta que todo se fue acomodando. “No puedo decir que no haya podido llevar adelante un solo proyecto. Con el equipo docente hacemos todo lo que nos proponemos”, dice.
“Fuimos a pedir Jornada Ampliada porque antes de que la provincia lo oficializara, nosotros ya teníamos propuestas de extensión escolar para que los chicos estuvieran menos en la calle”, recuerda. “Así nació, por ejemplo, el proyecto de radio, que es mi sexto hijo”, dice.
La radio funciona hace 12 años y es el espacio donde los chicos presentan las noticias del barrio. Es un lugar de construcción de identidad, así como con tertulias literarias generaron espacios de escucha y respeto de la participación de los demás que se habían perdido en la escuela, inmersa en un contexto de alta violencia social.
Raquel lleva adelante también el comedor de la escuela, que cocina 900 raciones diarias. Es también maestra en el aula radial para adultos de la Primaria Nocturna Nº 15, por eso dice que “nunca termina la tarea de maestra”.
Es una de los 30 directores que cursan la Maestría en Políticas Públicas Educativas que el Ministerio de Educación de Santa Fe desarrolla con las universidades del Litoral (Santa Fe), de Tampere (Finlandia) y la Universidad Autónoma Nacional de México.
En ese marco, desarrolla su proyecto “Las prácticas docentes de la política de cambio en la gramática escolar”, para transformar desde la práctica docente una escuela de agrupamientos cerrados en una nueva dinámica escolar, que esencialmente sea inclusiva.
“Porque uno puede incluir estudiantes, pero luego hay que saber cómo sostenerlos, que aprendan y que terminen la escuela”, dice. Busca una escuela que no sea una obligación, sino una motivación para asistir.