Un grupo de mineros encontró en el mes de mayo una esmeralda de 272 gramos en el estado de Bahía en Brasil y fue vendida, por un precio que se desconoce, a un empresario local que tiene intenciones de exhibirla en diferentes museos. En la misma región se encontró hace más de 10 años la gema más grande del mundo y desde entonces la propiedad de la misma se la disputan varias personas.
El último hallazgo que fue vendido de inmediato no corrió igual suerte que el de 2001. Esa joya pesa 340 gramos y tiene una historia plagada de misterios y polémicas. Algunos hasta especulan que es una piedra maldita.
Por aquella época la esmeralda hallada fue comprada por un vecino a 5 mil dólares, el hombre luego la vendió a 20 mil y fue llevada a los Estados Unidos, sin paradero ni dueño definido.
Uno de los percances que sufrió la esmeralda más grande del mundo fue el huracán Katrina, que azotó Norteamérica en agosto de 2005. Por ese entonces estaba en la caja fuerte de un banco que quedó sumergida, pero varias semanas después fue recuperada.
En 2008 la piedra fue confiscada por la policía cuando quisieron venderla en Las Vegas y desde entonces permanece custodiada por las autoridades de Los Ángeles.
Hasta el momento la esmeralda fue reclamada ante al justicia de los Estados Unidos por 10 personas, tres empresas y el propio gobierno de Brasil, que hizo su pedido porque la gema había salido de ese país de manera ilegal.
Por lo pronto, sin dueño aparente a la vista y sin que la justicia norteamericana se expida, la esmeralda continúa en un almacén de la Policía de California.