Este lunes Michelle Mendoza, referente del Frente de Diversidad Sexual del Movimiento Evita, formalizó su denuncia contra los tres policías que este sábado por la madrugada la agredieron salvajamente. Por Radio 2 dio detalles de ese momento, contó que en la comisaría la dejaron en un espacio sucio, mojado y lleno de ratas donde la obligaron a desnudarse. Le robaron 1.500 pesos y destruyeron el celular.
Este lunes a las 11, acompañada de acompañada por la abogada del Movimiento, Alejandra Fedele, Mendoza realizó su denuncia.
Más temprano, en contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Michelle dio detalles de lo ocurrido el sábado.
Cerca de las 3.30, un patrullero del Comando Radioelétrico –reconstruyó Mendoza– se les acercó cerca de Francia al 5300, detrás de la Jefatura de Policía. La dirigente, de 33 años, viajaba en ese momento con dos compañeros del Evita en un Twingo azul. Dos agentes varones y una mujer comenzaron entonces a pedirle los papeles del auto y a discutir con el grupo. A la fuerza, sacaron a uno de los muchachos del coche y, según señaló Michelle, le apuntaron con un revólver en la cabeza.
“Le digo que eso era ilegal, que los iba a denunciar”, recordó.
La atención de los oficiales giró luego hacia ella. Le quitaron el teléfono con el que hablaba con Fedele, se lo rompieron –allí tenía imágenes de la terrible secuencia– e intentaron hacerla bajar del auto a fuerza de golpes a través de la ventana.
Finalmente lo lograron y la llevaron hasta la comisaría. A cada paso, Michelle les recordaba sus derechos que los policías, pero ninguno –señaló– reaccionó.
La dejaron entonces en una habitación de la comisaría 18ª, sucia, mojada, fría y llena de ratas, de acuerdo a la descripción de la dirigente que no se calló en ningún momento: exigió que la llevaran a otro lado y que le dejaran usar el teléfono. Sin embargo –apuntó– los oficiales no hicieron nada de eso e incluso la obligaron a desvestirse, tiraron sus ropas por el suelo húmedo y la obligaron luego a volver a ponérselas.
Mendoza contó que allí dentro perdió noción del tiempo y destacó que no era la única allí a la que habían dejado incomunicada.
Hacia el amanecer la llevaron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez donde le sacaron placas de sus tobillos y cabeza, muy golpeados. Ya cuando le pegaban –advirtió– anticipaba lo que se venía: una acusación falsa. “Los oficiales tenian que justificar los golpes”, indicó.
Este lunes a las 11 la dirigente acompañada de Fedele y otros representantes del Evita sarán su versión de lo ocurrido ante la Justicia. Michelle aseguró que puede identificar a todos los policías involucrados.
Michelle Mendoza (Radiópolis)