El abogado de Diego Maradona, Matías Morla, confirmó que ya conocen la identidad de la persona que difundió un mensaje que lo daba por muerto durante el Mundial de Rusia. El autor admitió el hecho y explicó sus motivos. Las consecuencias jurídicas que deberá afrontar.
Tras el partido que la selección argentina disputó con Nigeria en el Mundial de Rusia 2018, a través de las redes sociales se filtraron unos audios en los que se daba por muerto a Diego Maradona. La falsa noticia, que era difícil de chequear porque el astro se encontraba en un avión cuando fue difundida, recorrió el mundo entero.
Maradona anunció que iría "hasta las últimas consecuencias" para descubrir al responsable de ese mensaje. Y para eso instruyó a su abogado, Matías Morla, quien hoy le confirmó a Teleshow que habían logrado dar con la persona que filtró los audios y que habían llegado a un arreglo extrajudicial con ella.
El acuerdo con el autor de esta falsa noticia incluye mantener en reserva la identidad de esta persona, a cambio de una suma de dinero que Diego donará a obras benéficas.
Según explicó Morla, se pudo ubicar al autor gracias al trabajo de un grupo de especialistas en informática. Y por lo que trascendió, esta persona reconoció que había comenzado a difundir los audios como una broma, pero que luego el asunto se le fue de las manos. Así las cosas, Maradona decidió avalar la firma del acuerdo y dar por cerrado el tema.
"Fue un momento muy duro el que pasamos, tanto los que estamos cerca de Diego y lo queremos, como su familia -dijo Morla-. Por eso la idea es que con el dinero que reciba Maradona pueda seguir colaborando en alguna de las causas con las que siempre participa de manera anónima. Sería una manera de paliar aquel momento doloroso y hacer que se transforme, de alguna forma, en algo lindo".
Según contó el letrado, Maradona tomó en este caso la misma actitud que cuando le ganó un juicio a la empresa japonesa Konami, que había utilizado su imagen sin autorización. Y destinó el dinero recibido a distintas obras de caridad.
