En la localidad de Ceres, en el noroeste de Santa Fe, se originó una polémica que ya es noticia nacional. Un hombre fue a la fiesta de aniversario de una concesionaria local, ganó un sorteo y reclamó un auto 0 kilómetro. Sin embargo, el dueño del negocio le entregó un autito de juguete.

Según detalla el diario La Nación, Lino Roldán, el dueño del negocio de venta de automóviles, asegura que durante la fiesta por el décimo aniversario de su firma, Ceres Automotores, siempre se dio a entender que “el regalo era algo que disfrutarían los hijos o nietos de quienes habían concurrido al lunch”.

“Al ganador le dijimos cuál era el cuadro de situación y en ese momento lo comprendió. Tengo la conciencia tranquila por que no estafé a nadie”, aseguró Roldán.

Y luego narró: “Le entregamos el premio, que era una réplica de un Porsche. Tengo de testigos a quienes nos acompañaron esa noche. Ocurre que durante el fin de semana le llenaron la cabeza y vino el lunes a reclamar algo que no le correspondía. Me tomó de atrás y me golpeó. Después disparó y cuando fue detenido por la policía dijo que yo lo había amenazado con un arma. Nada de eso es verdad”.

La Nación también buscó el testimonio de Víctor Monge, el hombre que trabaja en un corralón de materiales para la construcción y que reclama a través de abogados un auto 0 kilómetro.

“Mi padre me comentó que el dueño de la concesionaria (Lino Roldán) habló por los medios de prensa realizando la convocatoria a clientes y amigos para el festejo. Acompañado por un amigo fuimos a la fiesta, porque yo le compré el vehículo que poseo. La fiesta transcurrió normalmente, con la presencia de autoridades locales y provinciales, hasta que se anunció que las promotoras nos darían un número para el sorteo de un 0 km. En ningún momento dijeron que se trataba de un autito de juguete”, detalló.

Y siguió: “Sortearon y resultó ganador el 117, el número que yo tenía. Me presenté, me saludaron y hasta colaboré para descubrir el vehículo 0 kilómetro que estaba a un costado del salón, supuestamente el que yo había ganado (un Chevrolet Corsa). Pero antes de terminar el acto, el dueño me entregó un autito de juguete. Pensé que sería algo recordatorio y que yo, el lunes -porque eso ocurrió el viernes 1° de enero y el sábado 2 era feriado- iría a la concesionaria para comenzar los trámites para llevarme el automóvil que había ganado. Incluso, las administrativas me decían que iban a preparar los papeles para la adjudicación", relató Monge al diario porteño.

El lunes siguiente Monge fue al trabajo y varios compañeros le dijeron que escucharon que el dueño de la concesionaria había comentado que el premio ya había sido entregado al ganador del sorteo, y que era un autito de juguete. "Hice consultas a dos abogados y estuvieron de acuerdo conmigo que debía presentarme a retirar el vehículo, cosa que hice cerca de mediodía. El dueño de la concesionaria me repitió que el premio ya me había sido entregado. Me volví loco, lo empujé y él extrajo un arma. Disparé del lugar. Luego la policía de demoró para identificarme", comentó.

"Mis abogados iniciaron una causa por defraudación, porque lo que se publicitó era que entre clientes y amigos se sortearía un vehículo 0 km. Que después entreguen un autito de juguete es un gran tomada de pelo", concluyó.

Por otra parte, Roldán también se presentó ante la Justicia por la agresión que sufrió por parte de Monge, a lo que sumó “amenaza de muerte”.