Este lunes al mediodía, en la puerta de la Cooperativa Integral Ltda de Villa Gobernador Gálvez, se concentraron los padres, familiares, amigos y vecinos de Francesco, el nene de 4 años que la semana pasada falleció ahogado en una pileta durante la colonia de vacaciones. La mamá, Edith, y el papá, Gastón, brindaron sus desgarradores relatos sobre lo sucedido con su hijo y luego pidieron que se investigue el caso “para que haya responsables”.
Edith, mamá de Francesco, habló con el periodista Juan Pedro Aleart en De 12 a 14 (El Tres): “A mi hijo no me lo van a devolver más, no lo voy a tener más”, dijo con toda la tristeza del mundo. “Yo lo entregué para que sea feliz y no me lo cuidaron”, aseguró.
“Les pido a todos los ciudadanos de Gálvez que tengan chicos, que no los manden a esa pileta porque no está en condiciones”, señaló la mujer, que estaba acompañada y contenida por familiares y amigas.
“No quiero que se abra nunca más esa pileta. El guardavida no lo vio caer, lo sacaron muerto”, agregó Edith, que en una de sus manos sostenía un Ironman, uno de los juguetes preferidos de Francesco.
“Él le tenía miedo a la pileta honda, no sé como llegó ahí”, continuó la mujer. “Cuando se los dejé a los coordinadores, les pedí por favor que lo cuiden. Era inquieto como cualquier chico, pero no lo cuidaron”, comentó.
Edith confió que “se dieron cuenta de que mi hijo faltaba porque sobraba una toallita y un par de ojotas”. Y señaló: “Me siento culpable, si yo no lo hubiera mandado, él estaría vivo”.
Gastón, papá de Francesco, habló con los medios con la pelota de fútbol que su hijo pateaba todos los días. “No nos dijeron nada, no nos explicaron nada”, confió en la puerta de la cooperativa de Villa Gobernador Gálvez. “El responsable de la cooperativa nos dijo que iba a estar a disposición, pero nada más”, detalló.
“Yo estoy acá para que me escuchen la fiscal y el juez, que esto se esclarezca y que alguien pague por lo que le pasó a mi hijo”, aclaró el hombre. “Nos dijeron que el servicio de la colonia de vacaciones está tercerizado”, añadió.
Por último, Edith retomó la palabra para contar cómo era Francesco: “Era un niño feliz, que saludaba a todos en el barrio. Quería conocer la playa; estaba lleno de sueños y de vida”.
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