Un informe elaborado por el Grupo para la Estimación de la Mortalidad Infantil asegura que desde 1990, las muertes de niños menores de cinco años han pasado de 12,5 millones a los 8,8 millones registrados en 2008. La región que más ha progresado en este período es América Latina y el Caribe, que logró una reducción de más del 50% en la mortalidad de los menores de cinco años.
Sin embargo, el informe advierte que el descenso es insuficiente a nivel mundial si se desea alcanzar el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio que persigue reducir estos decesos en dos tercios para el año 2015. Según otro informe revelado por UNICEF, sólo los países ricos y la zona de Asia del este y Pacífico están en números que satisfacen esta meta.
El Grupo para la Estimación de la Mortalidad Infantil fue creado conjuntamente por UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial, la División de Población de Naciones Unidas y miembros de la comunidad académica para determinar con la mayor precisión posible las cifras de mortalidad infantil en el mundo.
La mitad de los niños menores de cinco años que fallecieron en 2008 residían en India, Nigeria, la República Democrática del Congo, Pakistán o China. Estos son los cinco países que lideran la lista de los 18 que concentran el 75% de la mortalidad antes de los cinco años. Como es habitual en este tipo de estadísticas, África y Asia registran el 93% de todas estas muertes.
Basándose en nuevas fórmulas para elaborar sus estimaciones, especialmente dificultosas en los países más pobres, el documento del IGME señala que en 2008 se produjeron en el mundo 8,8 millones de muertes entre menores de cinco años. Respecto a 1990, esta cifra supone una reducción del 28%. Aunque el progreso es sustancial -10.000 niños menos mueren cada día-, el progreso es "extremadamente insuficiente para alcanzar el objetivo del milenio en 2015", subraya el artículo.
Las regiones peor situadas con el África subsahariana y el sudeste asiático, donde uno de cada siete y uno de cada 13 niños, respectivamente, morirá antes de su quinto cumpleaños. Lo "alarmante es que entre los 67 países con las tasas de mortalidad más altas (40 por cada 1.000 o más) sólo 10 están en el camino de alcanzar el objetivo marcado por la ONU para 2015", señalan los autores del documento.
"Estos datos instan a alcanzar un esfuerzo mejor coordinado para acelerar el progreso, que requerirá la combinación de diferentes estrategias", añaden. Medidas, tal vez, similares a las que han permitido el progreso en Latinoamérica y el Caribe, la región que más ha avanzado desde 1990. Esta zona, junto con la Europa Central y del Este y los países de la Commonwealth ha logrado una reducción de más del 50% en la mortalidad de los menores de cinco años.
Las claves para acelerar este descenso, que "se puede lograr incluso en los medios más pobres", declara el informe, pasa por identificar las principales causas de mortalidad en cada zona y luchar contra ellas, llegar hasta los grupos de población más aislados y proporcionar cobertura con igualdad, concluye.
Fuente: El mundo