El conflicto en la planta de Cargill en Villa Gobernador Gálvez escaló este jueves con la decisión de la empresa de suspender actividades e impedir el ingreso de sus trabajadores hasta el 10 de abril.
La reacción gremial no se hizo esperar: “Cargill sostiene que no están dadas las condiciones necesarias de seguridad física de las personas, equipos, instalaciones y procesos. La empresa, que tiene ganancias exorbitantes, no sólo despide arbitrariamente sino que ahora realiza un lock out patronal e impide el ingreso de los trabajadores”, dice un comunicado sindical.
La empresa, en tanto, dio su versión: "Dado que es nuestra prioridad la seguridad del personal, de las operaciones y de las comunidades en donde estamos presentes, y en virtud de los paros no programados que se suceden de forma frecuente e intermitente en distintas áreas de trabajo, que nos impiden operar en condiciones seguras, es que nos vemos obligados a tomar esta decisión. Asimismo, estamos haciendo las denuncias y presentaciones pertinentes ante las autoridades laborales y organismos de control correspondientes".
La firma puso un cartel en el acceso en el que explica que la decisión obedece a los “frecuentes paros intermitentes” y que el 10 de abril se normalizarán las tareas “siempre y cuando se regularice la situación” con los paros.