“Si (Pablo) Cejas nos hubiera llamado, yo me hubiera comunicado con él; nosotros hubiéramos estado ahí”. El que habla es Adrián Forni, el titular de la Unidad de Protección de Testigos de la provincia de Santa Fe.
Forni, en diálogo con el programa A diario, de Radio 2, explicó que Pablo Cejas, el policía asesinado en Santa Fe que había denunciado a sus superiores por impedir acciones contra el narcomenudeo, estaba dentro del sistema de protección de testigos dentro de un protocolo que se llama “acompañamiento pasivo”.
Es decir que no tenía custodia permanente sino que mantenía entrevistas periódicas con la unidad y debía avisar si se iba a meter en un lugar peligroso. Por eso, fuentes del gobierno provincial sostienen que Cejas no sólo declinó la protección máxima ofrecida sino que asumió una conducta contraria a la de quien debe resguardarse al dirigirse solo a un barrio marginal de Santa Fe casi a medianoche.
Forni contó que él mismo se reunía con Cejas, que según él le decía: “Adrián, yo soy policía; fijate los otros”.
Los “otros” son los civiles. “El sabía que los recursos son finitos”, que no hay personal para ponerle custodia permanente a todos los incluidos en el sistema de protección de testigos, sostuvo Forni. Y planteaba que había que privilegiar a "los otros".
El ex jefe de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) explicó que Cejas llevaba un año con el sistema y que nunca hubo una situación de peligro.
Y pidió a los policías en general que cuando van a hacer un procedimiento de calle “tomen todos los recaudos que los protocolos indican”.