Decenas de miles de personas huyeron en los últimos días de sus hogares en las localidades de la provincia siria de Alepo por las operaciones militares del Ejército, mientras que casi 400 militares leales al gobierno y combatientes del grupo radical islamista Estado Islámico (EI) murieron en los combates para recuperar la localidad de Palmira, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La organización, cercana a la oposición siria, detalló que miles de estos desplazados se dirigieron hacia la ciudad de Manbech y su periferia (noreste), controlada por el Consejo Militar de Manbech, integrado también por combatientes kurdos.
En paralelo, otros miles huyeron hacia zonas que se encuentran bajo el control de las facciones rebeldes apoyadas por Turquía, precisó la organización, cuya sede está en Londres aunque cuenta con una red de informantes en el terreno.
Estos desplazamientos ocurrieron después de que las fuerzas gubernamentales tomaron el control de decenas de localidades en la periferia oriental y nororiental de Alepo, desde el inicio de sus operaciones en esa zona el pasado mes de enero.
Por otro lado, continúan los choques entre los combatientes del Consejo Militar de Manbech y las facciones rebeldes que participan en la operación del "Escudo de Éufrates", informó la agencia EFE.
Organizaciones opositoras sirias, desde el pasado 21 de agosto, desarrollan la operación "Escudo del Éufrates" en Alepo contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y las milicias kurdas, en la que cuentan con el apoyo de carros de combate y aviones turcos.
El avance de las fuerzas gubernamentales en algunas localidades en la provincia de Alepo está cubierto por aviones de guerra rusos, que efectuaron cientos de ataques aéreos desde el inicio de la ofensiva de las fuerzas sirias en esa zona el pasado enero.
En tanto, en la provincia de Homs, los combates para recuperar la localidad de Palmira, que comenzaron el 14 de enero pasado, se cobraron las vida de al menos 115 miembros de las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad y 283 combatientes del EI.
Tras la contienda, el gobierno ha vuelto a controlar la ciudad histórica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El grupo radical islamista conquistó Palmira en mayo de 2015 y fue expulsado ocho meses después por los soldados sirios, pero volvió a recuperar la antigua ciudad grecorromana el pasado diciembre.
Palmira volvió a ser controlada por Ejército sirio el pasado jueves con la ayuda de la aviación rusa.
Por tercer día consecutivo, los artificieros del Ejército siguen hoy peinando la urbe para tratar de desactivar los explosivos y minas colocadas por los extremistas antes de retirarse de la zona.
Palmira fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes de la época y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el desierto sirio.
La organización, cercana a la oposición siria, detalló que miles de estos desplazados se dirigieron hacia la ciudad de Manbech y su periferia (noreste), controlada por el Consejo Militar de Manbech, integrado también por combatientes kurdos.
En paralelo, otros miles huyeron hacia zonas que se encuentran bajo el control de las facciones rebeldes apoyadas por Turquía, precisó la organización, cuya sede está en Londres aunque cuenta con una red de informantes en el terreno.
Estos desplazamientos ocurrieron después de que las fuerzas gubernamentales tomaron el control de decenas de localidades en la periferia oriental y nororiental de Alepo, desde el inicio de sus operaciones en esa zona el pasado mes de enero.
Por otro lado, continúan los choques entre los combatientes del Consejo Militar de Manbech y las facciones rebeldes que participan en la operación del "Escudo de Éufrates", informó la agencia EFE.
Organizaciones opositoras sirias, desde el pasado 21 de agosto, desarrollan la operación "Escudo del Éufrates" en Alepo contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y las milicias kurdas, en la que cuentan con el apoyo de carros de combate y aviones turcos.
El avance de las fuerzas gubernamentales en algunas localidades en la provincia de Alepo está cubierto por aviones de guerra rusos, que efectuaron cientos de ataques aéreos desde el inicio de la ofensiva de las fuerzas sirias en esa zona el pasado enero.
En tanto, en la provincia de Homs, los combates para recuperar la localidad de Palmira, que comenzaron el 14 de enero pasado, se cobraron las vida de al menos 115 miembros de las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad y 283 combatientes del EI.
Tras la contienda, el gobierno ha vuelto a controlar la ciudad histórica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El grupo radical islamista conquistó Palmira en mayo de 2015 y fue expulsado ocho meses después por los soldados sirios, pero volvió a recuperar la antigua ciudad grecorromana el pasado diciembre.
Palmira volvió a ser controlada por Ejército sirio el pasado jueves con la ayuda de la aviación rusa.
Por tercer día consecutivo, los artificieros del Ejército siguen hoy peinando la urbe para tratar de desactivar los explosivos y minas colocadas por los extremistas antes de retirarse de la zona.
Palmira fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes de la época y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el desierto sirio.