El profesional de la salud debe contar con una capacitación permanente, fomentando la actualización de sus conocimientos y el ejercicio de su profesión. En este sentido, es necesario poner atención no sólo en lo técnico-científico, sino sobre todo en lo ético.
“La formación de los profesionales depende del Ministerio de Educación de la Nación y de las universidades respectivas; mientras que, en cada provincia, a los Colegios de Profesionales les corresponde la responsabilidad de regular la formación permanente y la máxima capacidad científica del profesional colegiado. Debemos bregar, además, por la formación permanente de cada profesional y defender los límites de cada incumbencia”, indicó a Rosario 3 Fabián García, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Santa Fe, 2da Circunscripción.
¿Qué y de qué manera pueden aportar los colegios de profesionales al tema de las incumbencias?
Los colegios y sus colegiados, desde el ejercicio cotidiano de su actividad, aportan conocimiento y experiencias. El Ministerio de Educación y las universidades aportan con la fijación de la currícula y su desarrollo. Y las jurisdicciones provinciales son las que delimitan el ejercicio de las profesiones, mientras que los colegios contribuyen a su cumplimiento, delineando las competencias profesionales y actividades reservadas.
Pero el conocimiento humano crece día a día y genera la necesidad de tener profesionales formados en determinadas gestiones en particular, para lo cual se abren nuevas áreas en cada profesión o nuevas especializaciones, nuevas carreras. Y las instituciones involucradas se tienen que hacer cargo de ese nuevo conocimiento.
¿Cómo se distribuyen las responsabilidades institucionales? ¿Qué rol le cabe a los colegios?
Es una construcción profesional y política a la vez, que se ha ido construyendo entre el Estado, las provincias y los colegios. Los profesionales que integramos estas instituciones tenemos el privilegio de poder disfrutar nuestro ejercicio profesional cotidiano, y desde nuestro rol institucional llevamos adelante intervenciones que no se perciben, porque este tipo de acciones son silenciosas, aunque tienen un objetivo claro: ofrecer a la comunidad profesionales preparados, idóneos y éticos.
En el caso de los colegios de profesionales de la salud el celo es permanente ya que está de por medio la salud y la vida de los integrantes de la comunidad, por lo que contamos con los recursos necesarios para actuar con eficiencia y rapidez para restablecer, dentro del marco institucional, lo que fija la ley en cada provincia. En cada instancia institucional hay recursos para que el ejercicio de la profesión no encuentre desviaciones. Los colegios regulan la actividad de los mismos y en el caso de la salud, el poder político a través del Ministerio de Salud, vigila el ejercicio profesional y tiene los resortes para intervenir y sancionar. Es impensable que se sostenga en el tiempo el ejercicio ilegítimo de alguna profesión.
¿Es un modo de que la comunidad se sienta protegida?
Sí. Además existe una realidad: el acceso a la información que cada persona dispone hoy desde el lugar donde se encuentre y desde el nivel de conocimiento de base que tenga. La cuantiosa información disponible ha llegado para democratizar el acceso al conocimiento, aunque puede llegar a ser peligroso, sobre todo en personas que no puedan interpretar correctamente la información a la que han accedido. Las instituciones y los profesionales tomamos a cargo la responsabilidad de educar, orientar y canalizar toda información para lo cual contamos con los mecanismos de tutela a la población, los que son eficientes y de rápido acceso.