Ricardo Darín se coló entre los parroquianos del bar El Cairo y fue un hincha más de la selección nacional en la final de la Copa América ante Chile, este sábado a la tarde.
Vestido con una campera negra, el protagonista del Secreto de sus ojos, quien presentó en la ciudad la obra Escenas de la vida conyugal, se sentó en una mesa para disfrutar de Messi y compañía.
Al ser “descubierto” por un equipo periodístico de El Tres, prometió dar notas después del partido pero fue un cuento chino. El gran actor argentino demostró tener la cintura de La Pulga y dejó el tradicional bar en el entretiempo.