En algunas enfermedades como el glaucoma, el 50% de los pacientes no sabe que lo padece, hasta que consultan a un especialista al notar pérdida de la visión. “Cuando lo hacen ya es tarde, y desde la oftalmología se puede hacer poco”, indicó el oftalmólogo Gabriel Bercovich y agregó que el desafío es “tratar de llegar antes de ese deterioro, ya que cuando el paciente consulta tardíamente, lo único que podemos ofrecerles es conservar lo que tiene, lo que le quedó de visión, pero no podemos mejorar lo que perdió”.
El doctor Bercovich es además docente universitario y titular de Oftalmología Global, y en diálogo con Rosario 3 se explayó sobre la importancia de la prevención, del cumplimiento del tratamiento por parte de los pacientes, y del rol docente del médico con los pacientes para ayudarlos a cumplir con sus tratamientos sin olvidar la crisis del sistema de salud.
“Nosotros hacemos campañas de concientización todos los años, el año pasado bajo el lema: 'No permitas que el glaucoma oscurezca tu vida'. Eso es lo que hace el glaucoma: el paciente va perdiendo campo visual, luego pierde agudeza visual y se le oscurece la visión. El final es la ceguera”, aseveró.
- ¿Se puede diagnosticar precozmente?
- Hoy podemos hacer diagnósticos en el consultorio con aparatos precisos que nos preanuncian con anticipación la enfermedad; disponemos de tratamientos médicos, de diferentes tipos de láseres. Por eso, llegar a la ceguera por glaucoma en estos tiempos es una gran frustración y es por falta de cuidado y sobre todo de información. Tal vez debamos revisar nuestra manera de explicarle al paciente, de ayudarlo a comprender la importancia de concurrir a la entrevista con su oftalmólogo tempranamente, no esperar a sentir que su visión disminuye.
- ¿El paciente hace caso al médico?
- Hay que hacerle entender la enfermedad al paciente para que él pueda gestionar su tratamiento. Que el paciente pueda convivir con su enfermedad y que de este modo evite su progresión. La adherencia al tratamiento es tema de la mayoría de los congresos a los que concurrimos. En las enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión arterial y el glaucoma, en el mundo el incumplimiento del tratamiento llega al 70%. Podemos hacer el mejor diagnóstico, instituirle al paciente el tratamiento adecuado, pero si no cumple con el mismo, es igual a nada. Para que el paciente cumpla tiene que entender el proceso de la enfermedad y comprender la importancia de seguir las indicaciones que su médico le instituye, con las recomendaciones que le da.
- ¿Cuáles son los costos de los tratamientos?
- Hoy los insumos en oftalmología son importados y sus costos han trepado vertiginosamente. Hacer frente a los mismo no puede ser solamente tarea del médico; las demás instituciones del sistema deben acompañar con su parte. Estamos haciendo prevención en los consultorios, hacemos campañas de prevención y esto significa evitar los efectos tempranos de las enfermedades, lo que traerá aparejado ahorro del gasto total en salud.
- ¿Hay conciencia en la gente respecto al glaucoma?
- Lo que yo he notado es una concientización en la gente; hoy hay más personas jóvenes que vienen al consultorio para hacer una revisación preventiva. No están enfermos y viene a que les digamos qué es lo conveniente hacer para no enfermar. Lo vivo todos los días en mi consultorio. Hoy el paciente viene a control, no viene por sentir algún síntoma. Viene por ejemplo para averiguar si puede tener alguna enfermedad que en su familia ha recaído sobre algunos de sus integrantes. Vienen por control. Esa es la verdadera medicina. Recién allí si se ha llegado tarde debemos ofrecer al paciente el mejor tratamiento posible. Hay trabajos científicos en el mundo que avalan esta postura; en Gran Bretaña por ejemplo se intensificaron las campañas de prevención para evitar llegar a las cirugías y consiguieron buenos resultados.