Andrés Lamboy, el empresario baleado esta mañana, está vinculado a una resonante causa por contrabando. Ni más ni menos, que la investigación que terminó con el arresto y condena de Mario Segovia, conocido como “el Rey de la Efedrina”. Lamboy fue testigo del caso. Esta mañana le dispararon al menos 20 veces en la puerta de la escuela de sus hijos, el San Bartolomé de Fisherton. Nueve de esas balas lo hirieron en el pecho y las piernas y ahora se encuentra bajo estado reservado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
Hasta 2007, Lamboy fue director de South American Docks (Sadocks S.A.), el depósito fiscal de Barracas desde el que Segovia exportó droga a México. Según informó el periodista Germán de los Santos, en 2008 se despacharon desde allí 524 kilos de efedrina al puerto de Naucalpán.
En su declaración en esa causa, Lamboy reconoció a Segovia, pero dijo conocerlo bajo el nombre de “Nicolás Mario”. Aclaró además que, si bien él figuraba como “director” de Sadocks, nunca trabajó en la firma y señaló como responsables a dos ex parientes políticos suyos: Rubén Alberto Galvarini y su hijo Rubén Darío Galvarini. Hasta 2008 Lamboy estuvo casado con la hija de Rubén Alberto, hermana de Rubén Darío.
En su declaración, dijo que Rubén Alberto era “responsable” de Sadocks y que su hijo Rubén Darío manejaba las cuentas.
En marzo de 2012 Segovia y Rubén Alberto fueron condenados por contrabando. A Segovia le dieron nueve años de prisión, por haber incurrido cuatro veces en ese delito; y a Rubén Alberto, siete, por descubrirlo en dos ocasiones. Su hijo Rubén Darío fue absuelto.
En aquella oportunidad, el Tribunal Oral en lo Penal Económico Nº 2 también condenó a Jorge Gómez, quien, según el propio Lamboy, fue quien le propuso a Galvarini –por entonces su suegro–el negocio del depósito fiscal. A Gómez lo sancionaron con seis años de prisión por haber incurrido en el delito de contrabado dos veces.
En tanto Sadocks perdió su personería jurídica y le fue cancelada su inscripción ante el Registro Público de Comercio. Lo mismo dispusieron los jueces para la firma Euromac S.R.L.
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