La demanda de conocimientos en programación se incrementa año a año, lo que lleva a que cada vez sean más las escuelas y centros de formación que fomenten la enseñanza de esta materia entre sus alumnos.
Sin embargo son tantos los lenguajes que el principiante puede sentirse abrumado. El portal Hipertextual dio algunos tips para los que recién arrancan en el tema.
En primer lugar, hay que saber que la elección de un lenguaje de programación u otro depende de lo que quieras hacer. No es lo mismo una app para un celular que un videojuego para una consola, y dentro de los smartphones, también cambia el desarrollo para iPhone respecto a la creación para Android.
Más allá de esto, se suele enseñar inicialmente ciertos lenguajes para que los alumnos incorporen aptitudes lógicas y estructurales que les permitan entender mejor el funcionamiento. Uno de ellos es “C”, considerado el “abuelo” de los lenguajes de programación.
“C” contiene los conceptos básicos en la materia y aborda temas como la gestión de memoria y la depuración del código, mientras educa en el desarrollo del pensamiento estructural y secuencial, clave para incorporar otros lenguajes en el futuro.
Sin embargo la curva de aprendizaje es muy alta, por lo que otras escuelas inician sus cursos con lenguajes como Java o Phyton. El primero de ellos, a diferencia de C, está orientado a objetos y simplifica muchos aspectos, por lo que resulta más amigable para principiantes. La contra: el alumno tiene una visión menos completa de lo que ocurre en la “caja negra”.
En cuanto a Python, es todavía más simple que los anteriores porque incluso requiere menos precisión de sintaxis, eliminando muchos errores. El problema es el mismo que el de Java, en este caso agravado por la escasa visión que aporta.
¿Qué es lo mejor? Si se quiere tener una base sólida, lo mejor es arrancar con C, y después pasar a lenguajes de más alto nivel como Java o Phyton que tienen gran demanda en el mercado. Como están basados unos en otros, el que aprenda C no tendrá problemas en incorporar el resto, pero yendo al revés se puede complicar.