Elizabeth Municoy es un personaje clave del entorno de Daniel Muñoz, ex secretario de Néstor Kirchner, y se convirtió este jueves en la primera mujer arrepentida por los cuadernos de las coimas, según informaron fuentes judiciales.
Acusada de ser prestanombre del ex secretario privado Daniel Muñoz, Municoy concurrió al despacho del fiscal Carlos Stornelli para negociar un acuerdo de colaboración con la investigación que le permita obtener la libertad.
La acusada finalmente llegó a un acuerdo con el fiscal, que ahora quedará a disposición del juez Claudio Bonadio, que deberá homologar su confesión para incorporarla en el expediente.
En su escrito también espera la homologación la declaración como arrepentido de Sergio Todisco, exmarido de Municoy. "Aportó información muy importante", dijeron fuentes judiciales que leyeron ese documento, que todavía permanece reservado.
El matrimonio de Todisco y Municoy fue clave para expandir la fortuna de Muñoz. Fueron las caras visibles a la hora de mover el dinero del secretario privado en el exterior. Sus nombres, por ejemplo, aparecen en la compleja trama de sociedades offshore que utilizaron para comprar inmuebles en Miami y Nueva York, entre otras operaciones.
Carolina Pochetti, viuda de Muñoz (quien murió en mayo de 2016) y heredera de su fortuna, fue detenida este martes. Declaró durante dos días ante el juez Bonadio y, aunque se especulaba que podía seguir los pasos de Todisco, no negoció un acuerdo de colaboración judicial y, finalmente, quedó detenida.
Los investigadores le atribuyen a Muñoz un rol clave en la trama de los cuadernos de las coimas. En primer lugar, el entonces secretario privado de Néstor Kirchner era presuntamente el encargado de recibir los bolsos que recolectaba Roberto Baratta junto al chofer Oscar Centeno.
Pero además, las autoridades lo señalan como el responsable de la organización para que los bolsos –que supuestamente estaban cargados de dinero– viajaran a Santa Cruz sin controles oficiales.