“En los barrios más humildes, Cristina Fernández de Kirchner es la gran esperanza de la gente, que además pide que la Municipalidad los tenga en cuenta para contar con servicios básicos que no les llegan”, dijo Marina Magnani, tras recorrer junto con Roberto Sukerman las inmediaciones del llamado Puente Negro, en la zona norte rosarina.
“Nos encontramos con un grupo de vecinas y vecinos que estaban desmalezando un baldío porque el municipio no lo hace y es el único espacio verde para que los pibes puedan jugar. El abandono municipal es muy pronunciado, muy evidente, igual que en los otros barrios alejados del centro”, señaló la primera precandidata a concejala por la lista de Sumar-Frente Juntos, que impulsa a Sukerman para la Intendencia.
“En esta zona no tienen acceso al agua potable, hay horarios en los que de las canillas no sale una gota. No hay limpieza de las zanjas. No hay recolección de basura”, añadió Magnani.
“Y a esto se suma la falta de trabajo, la caída de las changas, el empobrecimiento de las familias, provocado por las políticas de ajuste del macrismo. En nuestras charlas con los vecinos escuchamos permanentemente un pedido y un anhelo muy claro, que es la vuelta de Cristina, porque durante sus gobiernos pudieron progresar, acceder al empleo y a derechos que les fueron quitados”, subrayó la actual presidenta del bloque de concejales de Unidad Ciudadana, que va por un nuevo período en el Concejo Municipal de Rosario.