La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner apeló el procesamiento en la causa de los cuadernos por el presunto pago de coimas en la obra pública. La ex mandataria además tildó de "poca seria" la acusación.
A través de su abogado Carlos Beraldi, la senadora nacional sostuvo que hay contradicciones en los dichos como arrepentidos del ex secretario de Obras Públicas José López y del financista Ernesto Clarens.
"La absoluta orfandad probatoria de la imputación efectuada contra nuestra representada y la manifiesta falta de sustento jurídico del auto de mérito resultan tan ostensibles que pueden ser constatadas a través de una simple pero agotadora lectura de las más de quinientas páginas inútiles que componen el decisorio", criticó el letrado.
En ese sentido, tildó en la apelación que ahora estudiará la Sala I de la Cámara Federal, la cual no tiene plazos, que la "imputación de Bonadío es tan poco seria que ni siquiera puede describirla de un modo preciso".
"No existe un solo elemento de prueba que permita sostener que Cristina Kirchner hubiese recibido pagos indebidos por parte de algún contratista del Estado o de cualquier otra persona", señaló en la apelación.
"Otros imputados demostraron que ni siquiera se encontraban en esta ciudad o en sus alrededores en las fechas en las que, según se indica en tales anotaciones, estaban entregando o recibiendo dinero en este territorio", agregó.
Además, expuso que "ninguno de los empresarios arrepentidos dijo ante el juez o el fiscal haber realizado pagos a Cristina de Kirchner. Ello no es una conjetura de nuestra parte, sino antes bien surge de la propia lectura del auto de procesamiento".
En cuanto a la declaración de José López, la ex presidenta dijo que "no solo se contrapone con sus declaraciones previas, sino también con las pruebas colectadas en otras causas que tramitan ante el fuero que corroboran de manera objetiva y contundente la absoluta mendacidad de su confesión".
López refirió que "creía" que los nueve millones de dólares que arrojó al convento de General Rodríguez aquel 14 de junio de 2016 eran de la ex mandataria luego que combinara la entrega el entonces secretario Fabián Gutiérrez.
"Otro tanto ocurre con el testimonio de Ernesto Clarens, el cual es valorado como una prueba dirimente en contra de Cristina Kirchner pese a que el nombrado reconoció ante el juez y el fiscal que ni siquiera conoce a nuestra representada", señaló el abogado.
Además, también denunció que se trata de una "maniobra política" la decisión de Bonadio de pedir el desafuero por su condición de senadora de la Nación, a raíz que dispuso su prisión preventiva por peligro de fuga o entorpecimiento de la investigación.