Un fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano sacudió el escenario político del país bolivariano. Despojó de sus competencias a la Asamblea Nacional (AN). Adversarios del chavismo, calificaron la decisión de un “autogolpe”. El Parlamento venezolano es de mayoría opositora al gobierno de Nicolás Maduro. Los gobiernos de Estados Unidos, México, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Panamá ya emitieron comunicados oficiales de repudio a la decisión del Tribunal.

Según publicó EFE, el fallo constituye un paso más del Supremo en contra del Parlamento que desde que pasó a manos de la oposición en enero de 2016, ha sido desacreditado por el máximo tribunal que ha alegado que la AN se encuentra en desacato por haber incorporado a tres diputados indígenas cuyas elecciones fueron cuestionadas por el chavismo.

El presidente de la Asamblea, Julio Borges, aseguró desde la sede del Parlamento que el Gobierno venezolano ha dado un “golpe de Estado” a través del Supremo y advirtió que los diputados opositores no acatarán esta decisión.

“Es un golpe de Estado, y quiero que el mundo nos ayude y los medios nos ayuden a decirlo con todas sus letras: en Venezuela, Nicolás Maduro dio un golpe de Estado”, dijo Borges.

“Estos señores de la Sala Constitucional tienen los riñones (la osadía) de creer que en estos momentos van a pasar por encima del pueblo venezolano”, expresó.

Asimismo, un grupo de diputados opositores se movilizó hasta la sede del TSJ en el oeste de Caracas para manifestar su repudio a la decisión y gritar ante la estructura que alberga a la máxima Corte que no acatarán el fallo.