Aumentaron los casos de trastornos de ansiedad y estrés a raíz de la crisis económica por la que pasa el país y la gran incertidumbre, según advirtió el Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (CEETA).
Para sufrir un trastorno de ansiedad hacen falta tres factores: uno, el genético, que quiere decir que mamá o el papá han sido personas ansiosas o muy protectoras; el segundo factor es la predisposición de la persona y el tercero, el factor de estrés o estresor. “Las personas que tenían algún trastorno de ansiedad y lo conocían, en este momento, ven que se exacerba y empeora”, manifestó la licenciada Gabriela Martínez Castro, directora del CEETA.
Este tercer factor hoy está representado por el complejo marco económico, y puede dar lugar a un abanico de reacciones. Cabe mencionar, por ejemplo, que los trastornos de ansiedad incluyen a los ya conocidos ataques de pánico, al trastorno de ansiedad generalizada e incluso la fobia social, según consignó Doc Salud.
“La ansiedad es una emoción relativa al futuro y no está mal tenerla. Tiene que ver con la respuesta a amenazas que podrían ser incontrolables. Pero cuando se va de nuestro control y nos produce síntomas como irritabilidad, trastornos en el sueño o en la alimentación, cansancio desmedido o dolores de estómago, ahí es momento de consultar a un profesional e iniciar un tratamiento”, sostuvo la especialista.
Martínez Castro reveló que en este momento los profesionales de su área están recibiendo muchísima gente con este tipo de trastornos, derivados por médicos, por iniciativa propia o por indicaciones de las guardias a las que van por cuadro de ansiedad extrema que puede ser un ataque de pánico.
Si bien los más afectados son aquellos que tienen una predisposición a padecer este tipo de trastornos, es muy probable que “gente que no tiene predisposición a padecer trastornos de ansiedad desarrolle probablemente un cuadro de estrés importante, porque lamentablemente nadie escapa a este tipo de factores”, señaló.