“El dolor de pecho es un motivo de consulta frecuente que se da tanto en las guardias como en el consultorio”, afirma Luis Keller, médico cardiólogo, Jefe de Unidad Coronario del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), a quien “La Respuesta Médica” de Rosario 3 consultó. La importancia de reconocer que ese dolor de pecho puede ser grave radica en que en el tórax se encuentran órganos vitales como el corazón, pulmones y esófago, entre otros.

“En las guardias se estima que entre un 5% y un 7% de todas las consultas son por dolor de pecho. Debemos tener en cuenta que en el tórax intervienen varios órganos; si bien el corazón es un órgano importante y el infarto es la principal causa de muerte; en el tórax confluyen aorta, pulmones y el esófago; órganos que tienen vías nerviosas comunes que pueden enmascarar síntomas”, explicó el especialista.

¿Hay dolores de pecho que pueden confundir?

Nosotros dividimos los dolores de pecho en típicos, que son los que pueden ser de origen cardíaco y sobre todo coronario, y los dolores atípicos, que no son de origen coronario y pueden ser dolores osteoarticulares, respiratorios o de origen esofágico.

¿Qué características tienen los dolores de pecho a los que debemos prestar especial atención?

Los dolores típicos a los que debemos prestar atención en general, son los que se difunden como una pesadez en el tórax; los que producen ardor; los que muchas veces están relacionados con una acidez previa. El dolor al que debemos prestar mucha atención es el dolor intenso que puede irradiarse hacia el hombro y el brazo izquierdo.

Mucha atención requiere el dolor que se irradia hacia la mandíbula, ya que este es el dolor coronario típico, y si se acompaña de trastornos neurovegetativos como sudoración intensa y fría, además de sensación de malestar digestivo, náuseas, vómitos, estamos ante síntomas que nos deben conducir hacia la consulta rápidamente. Muy probablemente se trate de un cuadro coronario y el paciente debe ser tratado en lo inmediato.

¿Existen otros factores que influyen negativamente?

Si el paciente es diabético, si fuma, si además, tiene varios factores de riesgo, ese paciente debe consultar de forma inmediata, porque puede tener un infarto aunque los síntomas no sean lo suficientemente claros.

¿Qué debemos entender por prevención secundaria?

Aquellas personas que ya han tenido un evento coronario como infarto, un Accidente Cardio Vascular (ACV), o un problema de aorta, las colocamos en un plan de acción que llamamos prevención secundaria. A estas personas las tratamos con medicamentos para aliviar los síntomas, como son la aspirina, los antihipertensivos, las estatinas: moléculas que actúan sobre el colesterol y también sobre la arteria.

La prevención secundaria es de significativa importancia ya que una persona que tuvo un ACV tiene nueve veces más probabilidades de tener otro ACV sobre la persona que nunca lo tuvo. Una persona que tuvo un infarto tiene cuatro veces más posibilidades de repetirlo que otra persona que no lo ha tenido. Quien padeció problemas de aorta o en la circulación de sus extremidades, tiene de dos a tres veces las posibilidades de repetir ese inconveniente.

¿La medicación es el eje del tratamiento?

Si bien la medicación da muy buena respuesta, los cambios de hábitos son tan o más importantes que la medicación. Hay que ser muy cuidadosos con la alimentación y con la actividad física. Ésta debe ser constante y programada. Nada extraordinario; sólo dos horas o dos horas y media por semana de una actividad aeróbica va a tener resultados positivos. Si a la persona no le gusta la actividad física tradicional puede reemplazarla con el baile, por ejemplo; tango, bachata, ritmos del caribe. Se pueden agregar actividades lúdicas recreativas que también favorecen a la recuperación y el bienestar; ya que, a la actividad física, le agregan la social y mejoran la parte anímica, lo que va a repercutir en favor de su aparato cardiovascular. 

Luis Keller
Luis Keller | Médico Cardiólogo | Jefe de Unidad Coronaria del Heca | Matrícula 12150