De cada tres casos de cáncer, uno es de piel, lo que lo convierte en el más frecuente según el Ministerio de Salud de la Nación. Se dan por la exposición a las radiaciones ultravioletas, luz visible e infrarrojos, y si bien en épocas estivales es cuando más aparecen, hay que cuidarse todo el año.
El médico especialista de la piel, Sergio Ramonda, explicó a Rosario 3 cómo protegerse para evitar el desarrollo del cáncer de piel.
- ¿Cómo afecta la cama solar sobre la piel?
Las radiaciones ultravioletas A, que irradia la cama solar, penetran en la dermis profunda, tienen un efecto carcinogénico importante, y producen eritema, enrojecimiento, para luego desvanecerse. Estas radiaciones atraviesan los cristales y son responsables de reacciones fotoalérgicas y fototóxicas, que son distintas manifestaciones. Las fototóxicas se producen en contacto directo a la primera exposición ante determinadas sustancias o algo que se haya ingerido; y la alérgica, es de aparición más mediata.
- ¿Y el sol?
- Las ultravioletas B son las responsables del bronceado, y tienen una incidencia más certera sobre el cáncer de piel. Tienen efecto carcinogénico porque afectan el DNA de las células epidérmicas, no atraviesan los cristales, y se frenan en la capa epidérmica, en la capa superficial de la piel.
Es necesario que el paciente y el público en general conozca esta información para protegerse. No es que no debemos exponernos al sol, pero sí debemos cuidarnos en los horarios picos, utilizar ropa adecuada, sombreros, ropa manga larga en su momento, protectores solares que abarquen el espectro A y B y que sean de buena calidad.
- ¿Cuáles son las zonas del cuerpo que se ven más afectadas?
- Las zonas que requieren mayores cuidados son cabeza, hombros, escote y orejas. Los que hacemos cirugía dermatológica vemos y operamos de una manera cada vez más regular y con una mayor frecuencia cánceres en el pabellón auricular.
- ¿Son habituales estas patologías?
- Se ven habitualmente, y a veces son malinterpretadas como una alergia, como un traumatismo y en realidad ya son lesiones malignas y pre-malignas. Esa lesión que primero hizo una costra y se empieza a lastimar, que después se restaura, cicatriza y vuelve, es una lesión definida.