Las úlceras venosas están consideradas como la manifestación más grave de la insuficiencia venosa crónica. Sus repercusiones sociales, sanitarias y en la calidad de vida de las personas que las padecen, unido al incremento de su incidencia y prevalencia como consecuencia del aumento de esperanza de vida, hacen de ellas un problema de salud pública de gran magnitud. Numerosos estudios muestran que la adherencia a la terapia de compresión graduada y al compromiso con un estilo de vida saludable, ambos piedras angulares para la resolución del problema que nos ocupa, es deficiente.
Según un resumen de estudios publicado en Intramed y recopilados por la Dra. Marta Papponetti, las úlceras de las extremidades inferiores (UEI) son muy comunes con una prevalencia estimada del 1 al 2% entre los adultos de EE.UU., y causan un efecto importante en la salud pública. Las UEI se dividen en dos grupos: úlceras de la pierna y úlceras del pie, debido a las diferencias en las causas, patogénesis y tratamiento. Incluso con la mejor atención actualmente disponible, del 25% al 50% de las úlceras de las piernas y más del 30% de las úlceras del pie no están completamente curadas después de 6 meses de tratamiento.
Alrededor el 70% de las úlceras de la pierna están causadas por enfermedad venosa, y casi el 20% se deben a insuficiencia arterial o enfermedad arteriovenosa mixta. Aproximadamente el 85% de las úlceras del pie están causadas por una neuropatía periférica, a menudo complicada por enfermedad arterial. Rosario3.com consultó al doctor Armando Schapira, a quien se le preguntó cómo se origina la úlcera venosa.
“La vena es un tubo elástico y la presencia de mayor cantidad de sangre la dilata, aumenta la presión interna y esa sangre comienza a filtrar de a gotitas. Con el tiempo va ir produciendo alteraciones en los tejidos que están alrededor de la vena. Las venas de las piernas son superficiales están debajo de la piel envueltas por el tejido subcutáneo, que ante la filtración de la sangre comienza a manchar a la piel de un color té con leche; el tejido se endurece e irrita; comienza los picores en las piernas; la persona afectada se rasca, se lesiona la piel y, con el tiempo, aparece la úlcera varicosa”, respondió.
“Este es el mecanismo más común por el cual se produce la úlcera. Por eso apenas comienzan estos síntomas sugiero que la persona afectada vaya a la consulta con su flebólogo, ya que lo más indicado es hacer la profilaxis para frenar el proceso que hemos descripto y que no llegue a la última de las etapas que es la aparición de la úlcera. Y el modo de hacerlo es tratar a las várices”, completó.
- ¿Cuáles son los estudios que se hacen para saber si la persona tiene várices?
- El primero es el examen clínico. Luego estudios que son no invasivos que nos muestran cómo está afectado y dónde el sistema venoso. Y en ese momento comenzamos a indicar a los pacientes la prevención de la úlcera que es, como vimos el último estadio y con la prevención podremos contribuir a que se presenten menos úlceras, agregando mejor calidad de vida y menos gastos a la salud pública.
- ¿Se puede prevenir?
- El concurrir tempranamente a la consulta nos permite, luego de diagnosticar, instituir el tratamiento que entre otros elementos cuenta con la educación en materia de salud al paciente ya que su comprensión asegura que cumpla con el tratamiento. Además señalamos las ventajas de la incorporación de hábitos saludables y ejercicios físicos adecuados y específicos.