Es muy común llegar a fin de año sumamente agotado, con la obligación de cerrar varios temas y cierta sensación de no haber cumplido con algunas de las metas propuestas al inicio.
Estas cuestiones pueden generar mucho cansancio, estrés e irritabilidad. Una de las profesiones de moda que trabajan estos temas es el coaching, y el especialista en la materia, Daniel Colombo, publicó en su sitio una serie de tips para que el cierre del año no sea una carga.
1.- Organizar el último trimestre del año, y los dos primeros meses del siguiente. A) No dejar todo para último momento. B) Tomar el último trimestre como clave para planificar el final y el inicio del próximo año -al menos los dos primeros meses-. C) Llevar un registro del proceso de los objetivos de cierre del año, y programarlos en un calendario para visualizarlos.
2.- Fijarse objetivos y priorizar lo importante por sobre lo urgente. Durante todo el año es fundamental establecer metas, basadas en el propósito global que se desea obtener en cada aspecto personal y profesional. Un correcto balance en la administración y gestión de lo urgente vs. lo importante traerá el resultado de un fin de año más fluido y descomprimido de tanta vertiginosidad.
3.- Ser razonable con la probabilidad de que no se alcanzará a hacer todo lo que se desea. Ubicando en un marco de equidad entre lo posible y lo realizable, se podrá depurar lo pendiente, para hacerse cargo de aquello importante.
4.- Pedir ayuda y compartir responsabilidades. Otra creencia de las personas que se sobre-exigen a fin de año es que lo tienen que hacer solos. Así, terminarán exhaustos, de mal humor, irascibles y con poca flexibilidad ante los imprevistos que pudiesen surgir. Pedir ayuda, incluso para priorizar los objetivos -por ejemplo, con un superior en el trabajo- será una buena metodología. Decir no y proponer alternativas también es viable.
5.- Hacer un balance sólo con fines de auto evaluación positiva, y re-pactar los aspectos no alcanzados por ahora. Como habrás tenido también cosas inevitables o negativas, una forma de resignificarlas es expresar y traer a consciente qué aprendiste de ese proceso; y de qué forma podrías hacerlo mejor la próxima vez.