Pasar cuatro, cinco o más años estudiando nos define una rutina que desaparece de un momento a otro ni bien nos graduamos. Se acaban o se reducen mucho las reuniones con los compañeros de estudio, aparece más tiempo libre pero a la vez mayores obligaciones como, en algunos casos, tener que salir a trabajar.

Estas cuestiones pueden llevar a una crisis a muchos jóvenes. El sitio eTítulo difundió una serie de tips para hacerle frente a esta situación, que es de lo más común.

Empezar por tomar decisiones

Al terminar la carrera llega el momento de hacerse preguntas clave: ¿quiero seguir estudiando?, ¿quiero empezar a trabajar?, ¿quiero quedarme en mi país o, por el contrario, me gustaría probar suerte en el extranjero?

Es tiempo para meditar solos, poner los objetivos en claro y también charlar con la familia y allegados. Esto servirá para calmar la angustia, al descubrir que la vida sigue después de la carrera y que somos capaces de enfrentar estos nuevos retos.

Posgrados

Seguir estudiando es una opción muy recomendable, al tener en cuenta la gran competencia existente en el mercado laboral. Hay especializaciones, maestrías e infinidad de capacitaciones online. Todo sirve para enriquecer nuestro currículum y ayudarnos a definir nuestro perfil laboral.

Viajar

Cambiar de aires también puede ser una estupenda opción al acabar la carrera, ya sea para mejorar tu nivel de idiomas como para abrirte la cabeza, formarte en nuevas competencias, hacer voluntariado o simplemente tener una gran experiencia.

No quedarse quieto

Lo importante es que no te dejes arrastrar por ese sentimiento de angustia paralizante y te quedes en el sofá a ver una temporada tras otra de todas las series que se han emitido desde los noventa. Hay que poner manos a la obra, definir y encarar un plan.

Lo mejor es no pensar en objetivos sumamente ambiciosos que nos generen frustración si no se consiguen de entrada, sino que conviene ir poniendo pequeños objetivos asumibles a corto y medio plazo que brindarán confianza una vez alcanzados.