En cada vez más lugares del mundo podrás encontrar insectos como parte de una dieta saludable. Sí, es posible que se trate de una moda también, pero los insectos se han comido en buena parte del mundo durante mucho tiempo por sus beneficios en el organismo a todos los niveles.
Existen portales especializados en temáticas de salud, como Tratamiento y Enfermedades, que dan valor a consumir este tipo de productos en nuestra alimentación, no como parte de una dieta de adelgazamiento, sino para mantener un cierto equilibrio. Este mismo año se ha permitido la comercialización de insectos en muchas tiendas de alimentación de Europa, así que su acceso es más fácil, tal como publica as.com.
Debido a determinadas culturas y educaciones en ciertos países, todavía se mira con cierto recelo el consumo de insectos. Otros lugares, sin embargo, adoptaron esta tradición desde el principio de nuestros días, como Asia o América. De hecho, forman parte de platos de cocina superior o como primer ingrediente. Quizá no debamos cerrarnos.
Los estudios que se han investigado hasta la actualidad respecto al consumo de insectos son concluyentes: tienen múltiples beneficios para el organismo. Tanto es así que en los lugares cuyo consumo es más habitual, se han implantado menús en los colegios con este tipo de productos.
Los beneficios del consumo de insectos
Principalmente, los insectos contienen muchas proteínas, en la mayoría de los casos suponen más del 50% de su aporte calórico. No poseen muchos carbohidratos pero sí contienen fibra, por lo que son buenos para el tracto digestivo. No hay que olvidar tampoco que son una fuente importante de ácidos grasos y minerales, equiparándose al pescado de calidad en cuanto a su composición.
Asimismo, es bueno tanto para las personas como para el medio ambiente, ya que su producción cuesta menos en cuanto a recursos económicos o naturales. Por otra parte, hay mucha variedad de insectos en el planeta, así que cada persona puede encontrar el que más le satisface el paladar.