La Municipalidad de Rosario comenzó a aplicar este fin de semana sanciones económicas a los conductores que registren resultados positivos en los test de narcolemia. Entre el jueves a la noche y la madrugada de este domingo se detectaron cinco casos positivos, además de 46 en alcoholemia.
Las multas empezaron cuatro meses después de que se pusiera en funcionamiento la ordenanza que suma controles para evitar estupefacientes al volante, etapa durante la cual se llevó a cabo la denominada prueba piloto, que limitaba la sanción a la remisión vehicular. Desde ahora, quienes conduzcan tras haber consumidos cocaína o marihuana serán penados con sanciones que rondan entre los 3 mil y 10 mil pesos.
De acuerdo a lo que confirmó el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Gustavo Zignago, fueron cinco los conductores a los que se les detectaron restos de cocaína cuando fueron sometidos a los test, luego de ser indicados por médicos que participan en los operativos vehiculares.
Fuentes oficiales precisaron que este fin de semana se ejecutaron 411 intervenciones nocturnas en los puntos más frecuentados de la ciudad, en los cuales los agentes municipales junto a personal de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe, fiscalizan documentación, elementos de seguridad y condiciones de conducción. En ese marco, se remitieron al corralón 77 autos y motos de los cuales 46 fueron casos de alcoholemia. Estos se suman a los cinco de narcolemia.
Día por día
De acuerdo a estos datos, durante la noche del sábado y madrugada del domingo se concretaron 28 remisiones vehiculares, 16 por alcoholemia –el índice máximo detectado fue de 2,22– y dos más por narcolemia. En tanto, el viernes a la noche se remitieron 28 unidades –22 por alcohol, siendo el mayor nivel de 1,74– y el jueves pasado fueron 12 los vehículos retenidos –7 por alcohol, con un máximo de 1,15–.
“Avanzamos en la instrumentación de mecanismos que nos permitan prevenir situaciones riesgosas para conductores y peatones. Los controles son la garantía que ofrecemos como Estado de que las condiciones reinantes en el tránsito sean cada vez más seguras”, señaló Zignago, quien destacó que el refuerzo y sostenimiento de las intervenciones han permitido en los últimos tres años bajar al 6 por ciento el nivel de alcoholemia positiva.