Por cuestiones económicas, de edad o simplemente por la necesidad de seguir capacitándose de grande, estudiar y trabajar a la vez resulta una opción muy común, sobre todo en nuestro país.
Implica mucho esfuerzo hacer frente a jornadas que arrancan bien temprano y culminan tarde, y también requiere de una gran organización. Pero se puede, y el portal eTítulo difundió una serie de consejos para lograrlo.
Avisar en el trabajo: compañeros y jefes deben saber lo que estamos haciendo, en primer lugar, para que valoren nuestro esfuerzo por mejorar. Segundo, para que nos entiendan cuando llegamos muy cansados. Y terceros para facilitarnos los cambios de turno o pedidos de día de estudio.
Orden: en general permite ahorrar tiempo, pero cuando se trata de estudiar y trabajar a la vez, resulta imprescindible. Una buena solución consiste en llevar una agenda actualizada donde anotemos todo lo que debemos hacer ese día tanto en el trabajo como en la facultad, fechas de exámenes, trabajos de clase, listas de compras de la casa, etc. Hay apps para celulares muy útiles, que además alertan a la persona cuando se está olvidando de algo.
Organizar las tareas hogareñas: fijar un día de lavado semanal, otro de limpieza quincenal, un tercero de compra mensual. Cada vez que se cocina, hay que hacerlo en buena cantidad y congelar las raciones. También hay que tratar de mantener la casa en orden. Todo esto nos ahorrará mucho tiempo que será vital en épocas de exámenes.
Ganar horas: lamentablemente el día tiene 24 horas, pero se puede acomodar la rutina para que perdamos menos tiempo en ciertas actividades. Por ejemplo, los fundamentalistas de la siesta, pueden descansar 20 minutos en lugar de una hora y media, las salidas podrían acortarse a tres horas en lugar de toda una noche, y sería muy útil cambiar la tele del almuerzo por un apunte mientras comemos.
Ser realistas: no hay que exigirse más de la cuenta y hay que tener presente que probablemente nos lleve más tiempo que al resto recibirnos o sea más difícil obtener muy buenas notas. Hay que ser un poco flexible con uno mismo para cuidar la salud. Una opción puede ser no cursar todas las materias del año o rendir no más de una por turno.
Sin miedo a decir que no: en más de una ocasión habrá que rechazar encuentros sociales, académicos o laborales. Hay que ser conscientes de lo que podemos y de lo que no llegamos a hacer.
Visualizar el objetivo: habrá ocasiones en las que se querrá tirar la toalla, y es allí cuando hay que focalizarse en lo que se quiere conseguir, que cuando llegue, significará una enorme recompensa para nuestra autoestima.