La Municipalidad de Rosario llevó adelante dos procedimientos especiales sobre remiserías ilegales, con el saldo de sendas clausuras y el secuestro de material probatorio que será elevado al Juzgado Provincial de Faltas.
Agentes de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana se presentaron en Mosconi al 3875 donde se procedió a efectuar un reimplante de clausura, se volvieron a colocar las fajas y se secuestraron elementos probatorios, ya que se trataba de un lugar que había sido clausurado con anterioridad por los mismos motivos.
Otra intervención tuvo lugar en Cumparsita 3834. Se encontró en el lugar material que acredita la tarea irregular, que fue secuestrado. La Guardia Urbana Municipal clausuró el local, que se dedicaba exclusivamente a esta actividad.
Entre los elementos confiscados pueden hallarse hojas de ruta, teléfonos fijos y demás aparatos destinados a la comunicación externa e interna como radios, listado de tarifas de acuerdo a las distancias y planillas de registros de viajes y llamados, entre otros.
Cabe recordar que ninguno de los establecimientos tenía habilitación para funcionar, ni tampoco había iniciado los trámites para gestionarla. En lo que va del año, ya son 12 los establecimientos de este tipo que vieron finalizada su actividad por la clausura impuesta por las áreas de control del Municipio. También fueron trasladados en este 2017 al corralón municipal 82 vehículos que cumplían la función de remis sin tener la pertinente habilitación.
El Secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Dr. Gustavo Zignago, destacó: “La debida investigación, más el sustento de las denuncias de los vecinos, nos permiten pedir al juez las órdenes correspondientes para intervenir en estos lugares que no se adecúan a las normas vigentes y trabajan desde la clandestinidad.”
“Utilizar este tipo de servicios irregulares es un riesgo muy alto para los ciudadanos, generalmente no hay vínculos entre las agencias clandestinas y los vehículos, que además no cuentan con los elementos o medidas de seguridad como el seguro. Los pasajeros están librados a la suerte y voluntad de un total desconocido.”, completó su análisis Zignago.