La Coalición Cívica de Elisa Carrió formalizó este martes el pedido de juicio político contra el ministro de Justicia, Germán Garavano, por mal desempeño y eventuales delitos en sus funciones, tal como había anticipado la diputada en los últimos días.
Una vez ingresado por mesa de entradas de la Cámara de Diputados, el pedido debe ser girado a la comisión de Juicio Político de la Cámara, que preside el macrista cordobés Javier Pretto, donde el oficialismo ya anticipó que no respaldaría el planteo de Carrió, según anticiparon los diputados del PRO en los últimos días.
En ese sentido, tanto el presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales de la cámara baja, Pablo Tonelli, como el diputado del PRO, Daniel Lipovetzky, consideraron que "no hay ningún fundamento para el pedido de juicio político" de Garavano. Eduardo Amadeo anticipó que no está de acuerdo "con que haya que hacerle un juicio político" al ministro.
Más allá del destino formal del pedido, se trata de un nuevo pico de tensión en la interna de Cambiemos que se recalentó hace unas semanas con los dichos de la propia legisladora que acusó al funcionario de “proteger” a la ex presidenta Cristina Kirchner.
Carrió hizo la presentación sin fuerzas aliadas. Había asegurado que perdió "la confianza en el presidente en la lucha contra la corrupción".
El pedido de juicio político contra el funcionario se fundamenta en los dichos del ministro sobre si Cristina debería ir presa. Garavano sostuvo que "hay un uso errático y excesivo de la prisión preventiva" y lanzó la frase que tanto molestó a Carrió: "Nunca es bueno que se pida la detención o se detenga preventivamente a un ex presidente".
El fin de semana, Carrió negó que vaya a romper con Cambiemos y sostuvo que quiere mucho al presidente, “más de lo que lo debería querer”. Agregó que con la coalición de gobierno hay "un divorcio transitorio" pero "todavía hay oportunidad de recomponer".