Al menos ocho personas murieron, entre ellas cuatro niños, y 28 resultaron heridas en una explosión, al parecer de gas, ocurrida el último sábado en la ciudad boliviana de Oruro cerca de donde se celebraba un multitudinario carnaval, informó una fuente policial.
La explosión pudo producirse en un puesto ambulante de comida cuando al derramarse el aceite de una sartén sobre la manguera de una garrafa de gas provocó una fuga, según el informe preliminar de la Policía boliviana.
El comandante de la Policía boliviana en el departamento de Oruro (oeste), Romer Raña, declaró a los medios en el lugar del suceso que la hipótesis de la investigación preliminar es que se trató de un "accidente".
"Producto del derrame del aceite de sartén que manejaba una vendedora de comida se ocasiona un sobrecalentamiento de una manguera que conectaba la garrafa", explicó.
"Eso a su vez origina una fuga de gas que da lugar a una explosión de la garrafa", relató el comandante, quien indicó que la onda expansiva afectó a un radio de unos cincuenta metros.
El suceso se produjo cerca del desfile del carnaval, aunque los fallecidos y heridos se encontraban en la calle donde ocurrió la explosión hacia las 18.45 hora local, no en el recorrido de las comparsas.
Raña señaló que entre los fallecidos hay cuatro menores, tres niñas y un niño, y que los 28 heridos, muchos de ellos por traumatismos, fueron atendidos en un hospital y una clínica de esta ciudad del altiplano andino, de unos 285.000 habitantes.
El mando policial añadió que está "por confirmar" si otras diez personas atendidas en otro hospital de la ciudad correspondían a afectados por este suceso.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, se mostró "muy consternado" tras conocer estas "muertes por explosión de garrafa de gas cerca de la Entrada Folclórica del Carnaval de Oruro".
"Toda nuestra solidaridad a las familias de las víctimas. Prestaremos ayuda necesaria a heridos. Que se establezcan las causas de la tragedia", escribió Morales en la red social Twitter.
Al lugar de la explosión se desplazaron personal sanitario, de bomberos y policías, que acordonaron la zona afectada.
El suceso ocurrió en el día grande del Carnaval de Oruro, declarado Patrimonio de la Humanidad y que es uno de los más multitudinarios de Suramérica.
Según datos del Gobierno boliviano, el desfile se esperaba que congregara durante toda la jornada a más de 450.000 personas, entre participantes y visitantes tanto de Bolivia como extranjero.