Tras el polémico intento de dar marcha atrás a la ordenanza que prohibe el uso de glifosato en Rosario, Carlos Cardozo –que sobre el final de la sesión de este jueves había presentado una nueva propuesta– defendió el cambio de rumbo. Reconoció que la votación a favor del proyecto presentado por el concejal Osvaldo Miatello fue apresurado pero destacó que finalmente se dieron cuenta del mensaje “muy nocivo” que se estaba dando desde la ciudad con semejante normativa.
“Primó el sentido común sobre una cuestión apresurada que quizás resultaba muy simpática para afuera pero traía consecuencias muy importantes”, señaló Cardozo en contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2.
En la sesión de este jueves, los ediles levantaron la prohibición del glifosato que habían votado por unanimidad hace 15 días atrás a partir de una modificación que permite su utilización a través de un protocolo presentado por el propio Cardozo. El cambio de opinión de los concejales se produjo luego de que representantes de las entidades agropecuarias exigieran la suspensión de la medida en el Palacio Vasallo.
Sin embargo, el concejal descartó que la modificación haya sido provocado, como algunos de sus pares denunciaron, por la presión de dichas organizaciones.
“Sinceramente caímos en la cuenta que no habíamos hecho nada absolutamente positivo para a la ciudad y sí habíamos trasmitido una señal muy negativa”, explicó Cardozo. Se refería a la posibilidad de que algunas otras ciudades y comunas que dependen económicamente de la producción agrícola y que usan este agroquímico, sigan los pasos de Rosario.
“En cierta forma estábamos desinformados, nos apresuramos. Escuchamos a actores que no habíamos escuchado”, añadió y destacó que la ciudad ya cuenta con una “excelente ordenanza” de uso de agroquímicos, con lo cual el proyecto de Miatello resultaba “redundante”.
“Estábamos dando una señal muy nociva para toda la cadena agroindustrial”, subrayó y recordó que recientemente la Unión Europea prorrogó el uso del glifosato.