La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) fue galardonada hoy con el premio Nobel de la Paz, anunció el Comité Nobel Noruego, por alertar de "las catastróficas consecuencias humanitarias" de esos arsenales y por sus esfuerzos para lograr un tratado que los prohíba. Así se diluyó la posiblidad de que fuera un argentino, el Papa Francisco, quien se alzara con el galardón.
Esta coalición de asociaciones que se extiende por unos cien países ha sido una "fuerza motriz" y un "actor líder de la sociedad civil" del movimiento contra las armas nucleares y ha galvanizado esfuerzos para "estigmatizar, prohibir y eliminar" este tipo de armamento, apunta la argumentación del premio.
El Comité subrayó, como "importante argumento" para la prohibición de las armas, el "inaceptable sufrimiento humano" que provocan y destacó que otros tipos de armamento menos destructivo como las minas antipersonas, bombas de racimo y las armas químicas y biológicas ya han sido prohibidas por distintos tratados.
El Nobel destacó que el 7 de julio de este año 122 países firmaron un tratado internacional contra la proliferación nuclear, pero lamentó que ni "los países que tienen armas nucleares ni sus aliados" lo han ratificado, aunque EEUU, Rusia, Reino Unido, Francia y China han dado un primer paso en este sentido.
Este premio, agregó el fallo, es "también un llamamiento" a estos países para que inicien "negociaciones serias" para la eliminación de las "15.000 armas nucleares que hay en todo el mundo".
ICAN sucede en el palmarés al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien fue distinguido por sus "decididos esfuerzos" por llevar la paz a su país tras 52 años de conflicto armado, una decisión que se anunció días después de vencer el "no" en el referéndum colombiano a los acuerdos con la guerrilla de las FARC.
El anuncio de este año era el debut al frente del Comité Nobel de Berit Reiss Andersen, que accedió al cargo tras la muerte de Kaci Kullmann Five, exlíder conservadora noruega, en febrero.
El premio de la Paz cierra los anuncios de los Nobel esta semana, que se abrió el lunes con el de Medicina a los científicos estadounidenses Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, por descubrir los mecanismos del "reloj biológico interno".
Ayer correspondió el turno al de Literatura, que fue para el escritor británico de origen japonés Kazuo Ishiguro, en reconocimiento a la "fuerza emocional" de sus novelas, mientras que el lunes se dará a conocer el de Economía, último en la secuencia de estos prestigiosos galardones.
La entrega de los premios tendrá lugar el 10 de diciembre, el aniversario de la muerte del fundador de los galardones, Alfred Nobel, en una doble ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo, donde se entrega el de la Paz, y en el Konserthus de Estocolmo, para el resto de los galardones.
Como cada uno de los restantes Nobel, el premio de la Paz está dotado con 9 millones de coronas suecas (943.784 euros, 1,1 millones de dólares).