El gobierno nacional privatizó los controles portuarios que estaban a cargo del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) por “razones de ordenamiento estructural”. Pero también, para terminar con la corrupción en algunos sectores.
“Las corrupción era obscena ya”, dijo Cristian Cunha, coordinador de Puertos, Aeropuertos y Aduanas Secas, en contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2. El Senasa intervenía en el control de los buques y de las bodegas o tanques donde se almacenaban la mercadería. Esto ahora, quedó en manos de privados.
“La imagen internacional era pésima –insistió–. En 2015 Argentina estaba primera en el ranking como el puerto más corrupto del mundo”.
Cunha habló de un aceitado sistema de coimas y de “actitudes mafiosas”: “Si ponías tanto pasabas, y si no, no”.
También sostuvo que fue intimidado, con fotos enviados por anónimos que lo ubicaban en situaciones íntimas, como festejos de cumpleaños de familiares.
Por otro lado, su designación fue cuestionada en su momento porque es contador y el reglamento del Senasa, organismo que supervisa el tráfico comercial de productos de origen animal y vegetal, requiere que ciertos cargos jerárquicos sean cubiertos por veterinarios/as o ingenieros/as agrónomos/as. Cumple funciones desde 2016 pero fue oficializado en mayo de este año.