Un sistema de seguimiento de los bosques a través de imágenes vía satélite de alta resolución, gratuitas, listas para ser utilizadas y con cobertura mundial se encuentra disponibles por vez primera gracias a una iniciativa lanzada por la FAO y otros asociados.
El nuevo sistema de seguimiento impulsado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación forma parte de la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales, aseguró hoy la FAO en un comunicado.
"Se trata de una revolución en el campo de la vigilancia de los bosques. Nunca hasta ahora se había suministrado información de este tipo directamente a los usuarios en los países en desarrollo", refirió el Director General de la FAO, Jacques Diouf.
Y agregó que "el seguimiento será más barato, más preciso y transparente para los países que quieran reducir sus emisiones de la deforestación y la degradación de los bosques".
Los bosques del mundo son objeto de atención en el momento en que las negociaciones sobre un nuevo pacto frente al cambio climático avanzan hacia un acuerdo sobre la forma de reducir las emisiones de los bosques el próximo diciembre en Copenhague, Dinamarca, añadió el comunicado.
El mecanismo para reducir las emisiones provenientes de la deforestación y la degradación (REDD, por sus siglas en inglés) sería un gran logro en la lucha contra el cambio climático y representa una de las áreas en las que se espera mayor progreso en Copenhague, explicó Diouf,
"Es la primera vez que un sistema forestal mundial tiene el potencial de generar una cantidad enorme de beneficios para los países en desarrollo", dijo el director general.
Diouf subrayó la forma en que el mecanismo REDD puede no solamente reducir el impacto en el clima, sino también generar recursos preciosos a la hora de mejorar los medios de subsistencia, los esfuerzos conservacionistas y la seguridad alimentaria.
Al mismo tiempo, existen numerosas cuestiones que deben ser resueltas para que la iniciativa REDD pueda funcionar.
Una de ellas son los sistemas de medición, elaboración de informes y sistemas de verificación del carbono, que debe ser operativa para contabilizar el carbono y permitir los pagos de una forma adecuada y transparente, continúa la nota.
Hoy en día, la mayoría de los países en desarrollo no tienen operativos sistemas de vigilancia suficientes.
La teledetección vía satélite han proporcionado imágenes de la tierra durante los últimos 30 años. La tecnología y la ciencia han mejorado mucho el conocimiento y la percepción de nuestro planeta.
En muchos aspectos, la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de la FAO no tiene precedentes.
"Es la más completa y novedosa utilización de imágenes de satélite de alta resolución que se ha intentado hasta ahora y el uso de las series históricas de las imágenes del Landsat permitirán estimaciones fiables y objetivas de los cambios en los bosques y la cubierta forestal a nivel mundial", aseguró Jeffrey Eidenshink, del Servicio Geológico de Estados Unidos.
Entre otros asociados figuran la Universidad del Estado de Dakota del Sur (EEUU) y el Centro de Investigación Conjunta de la Unión Europea.
Los sistemas de vigilancia suministran datos en una cuadrícula con muestras a nivel mundial procedentes de 13.000 lugares y proporcionan las herramientas para su interpretación. Está diseñada para mejorar la información a nivel mundial y regional sobre los cambios de los bosques en las evaluaciones realizadas por la FAO.
En un determinado país la cuadrícula puede intensificarse y convertirse en un sistema económico de medir las tendencias en los bosques a nivel nacional.
"Este sistema no cubrirá toda la información que necesita el REDD, pero la teledetección unida a la verificación sobre el terreno nos permitirán comprobar los cambios en las áreas forestales de forma sólida y certera, aseguró Mette Wilkie, encargada en la FAO de coordinar el programa de Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales.
El Programa REDD de la ONU es una asociación destinada a la colaboración entre la FAO, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) para ayudar a los países en desarrollo a prepararse para el REDD.
Fuente: EFE