Alfie Evans es un bebé británico que sufre una enfermedad cerebral degenerativa terminal, y a quien los médicos decidieron desconectar de su soporte artificial, luego de que un tribunal del Reino Unido rechazara un pedido de auxilio de sus padres. Sin embargo, enorme fue la sorpresa de ellos cuando descubrieron que al hacerlo, empezó a respirar por sus propios medios.
Tom Evans, de 21 años y padre del niño de 23 meses que está en estado semivegetativo desde el 2016, dijo que su hijo fue desconectado de las máquinas y "respira por sus propios medios desde hace 48 horas y no está sufriendo", pese a que todos los pronósticos indicaban que sólo sobreviviría unos minutos.
Evans explicó además a los periodistas congregados en las puertas del hospital Alder Hey Children's de Liverpool, que después de una "larga conversación" de 40 minutos con los especialistas consiguió convencerlos para que accedieran a "darle agua y oxígeno", al ver que seis horas después de desenchufarlo Alfie seguía con vida, según consignó Doc Salud.
El matrimonio había pedido un permiso judicial para trasladar a su hijo a un hospital en Roma para continuar con su tratamiento, después de que los médicos británicos recomendaran desconectar al menor de las máquinas por encontrarse en estado "irreversible".
Sin embargo la demanda fue rechazada por las distintas instancias judiciales del Reino Unido, así como por la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo, aunque Italia le concedió la ciudadanía al bebé por intermediación del Papa Francisco. Pero la Justicia británica volvió a desestimar esta opción.