Frente a los rumores surgidos en torno a una carta de intención firmada con la empresa Hughes, la empresa argentina de Soluciones Satelitales, mejor conocida como Arsat, aclaró que la firma “seguirá siendo propiedad del Estado Nacional y continuará desplegando los planes diseñados para mejorar la conectividad de los argentinos”.
“Bajo ningún motivo ni circunstancia se producirá la privatización de la empresa”, señalaron desde Arsat a través de un comunicado tras la polémica que despertó un preacuerdo para el desarrollo del largamente demorado del Arsat 3 entre la compañía argentina y la norteamericana Hughes Network Systems, de los Estados Unidos.
La carta de intención –explicaron– “es una herramienta usual, cuya única finalidad es establecer una serie de lineamientos a discutir entre las partes antes de celebrar un acuerdo”.
“Todo acuerdo posterior que se firmare debe estar bajo el amparo y cumplimiento de la Ley de Desarrollo de la Industria Satelital”, advirtieron y señalaron que la “carta firmada con Hughes establece sólo las condiciones generales de una colaboración entre empresas, a ser detallada y trabajada más adelante mediante un acuerdo definitivo”. El objetivo final es que un tercer satélite, construido por la industria nacional, reciba inversión directa para su confección bajo el entendimiento que las misiones satelitales “no pueden seguir financiándose en un 100% con los impuestos de los argentinos”.
“Las órbitas que ocupará el tercer satélite, se realice con o sin inversiones de Hughes, serán del Estado Argentino. Será fabricado por Invap (Instituto de Investigaciones Aplicadas), por recursos humanos argentinos y con la participación de empresas nacionales del sector. Asimismo, será ensayado en la empresa nacional Ceatsa (Centro de Ensayos de Alta Tecnologia)”, subrayaron.
Mientras tanto, Arsat continúa con su plan de gestión y sigue adelante con sus distintos proyectos. En materia satelital, la empresa avanza en su tercera misión que, como con Arsat 1 y 2, incluirá la participación del Invap.