El libro rescata a esta poeta de los años 20 del siglo pasado como una trabajadora, una maestra y una periodista, pero también como una ferviente activista del feminismo, defensora del sufragio y los derechos civiles para todas las mujeres.
Alfonsina “se hizo un lugar (a puro codazo y poesía) en las mesas de escritores exclusivas para hombres, y supo amar sin tener compromisos para que nadie quisiera cambiarla y pudiera ser siempre libre de decir y de hacer”. Así nos dice el prólogo y nos adelanta el espíritu de rebeldía del personaje. Y así aparece también la mascota preguntona, una loba blanca que nos interpela en cada página del libro, nacida de su poema quizás más conocido.
La autora se despega de la visión recortada que existe sobre Alfonsina Storni: una poeta sufrida por los amores contrariados, o una mujer triste cuyo trágico final es el reflejo de una vida oscura.
En cambio, el libro propone una Alfonsina sin ataduras morales, independiente, cuestionadora e irónica de los mandatos sociales de su época, de lengua filosa, y digna de su propia libertad. Sin embargo, tampoco se priva de mostrar y tratar de entender en clave infantil su dura decisión final, evitando subestimar a las chicas y los chicos en la comprensión de temas de la vida real.
Y como siempre, el libro incluye una sección de actividades para que podamos jugar con la poesía de Alfonsina, ese universo mágico de palabras sin tiempo, de la mano de una golondrina cantora.
Con ilustraciones de Pitu Saá.
Editorial Chirimbote