Con el calor del verano se repiten en la zona de las islas frente a Rosario fiestas sin permisos ni control que preocupan a las organizaciones ambientalistas. Empiezan temprano por la tarde y se extienden hasta la madrugada. Hay música fuerte y alcohol, como un verdadero boliche y las entradas se pagan entre 150 y 500 pesos por anticipado. Para lo que queda de febrero hay al menos dos fiestas anunciadas y desde la ONG El Paraná no se toca exigieron mayor control de parte del gobierno entrerriano.
“Al estar en el Paraná Viejo, debería haber un trabajo conjunto de la Municipalidad de Victoria con la Prefectura Naval Argentina para llevar un control sobre el asunto. Alguien se tiene que hacer cargo”, se quejó Romina Araguás, abogada de El Paraná no se toca, en diálogo con Rosario3.com. Junto con Los Guardianes de Victoria, exigieron a la Municipalidad de la vecina ciudad mayor control.
Los eventos se promocionan por redes sociales, principalmente por Instagram, y alientan a los invitados a bailar hasta la madrugada en las playas de distintos paradores. Varias de ellas incluyen distintos DJs y cuentan con el auspicio de primeras marcas de bebidas alcohólicas.
Las entradas anticipadas cuestan entre 150 y 500 pesos. Este sábado habrá una conocida como The Garden Island o The F*ucking Pool Party, y está previsto que comience a las 14 para extenderse hasta las 4 del día siguiente.
Siete días después, otro parador planea un recital de la banda rosarina Cool Confusion y el DJ Kbsounds, Hot Cue, con barra de tragos y cerveza artesanal.