En la paleta del pintor del cielo se acabaron los colores esta semana y solo quedó el gris. El otoño se desplegó con todas sus características en los últimos días, en los que no ha parado de llover y el sol ni siquiera se ha asomado para secar un poco la ropa. Pero a no desesperar, porque el pronóstico es alentador para Rosario y la región.
Este sábado amaneció otra vez con cielo cubierto, lloviznas y con probabilidad de algunas precipitaciones.
La temperatura era de 17 grados y la máxima estaba estimada en 22. La humedad, como no podía ser de otra manera, trepaba hasta el 95 por ciento.
Pero el viento soplaba del sur a 14 kilómetros por hora, lo que alienta la posibilidad de que las nubes finalmente se corran y el cielo se despeje.
Según el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las condiciones del tiempo mejorarán a partir de la tarde del sábado, y tanto el domingo como el lunes podría haber largos ratos de sol.
Eso sí; la temperatura bajará algunos grados y la máxima no estará mucho más arriba de los 20.