Para el gobernador Miguel Lifschitz, la prohibición de emplear parientes de ministros en el gobierno, suena a una movida de “marketing” después de la polémica por los audios del titular de Trabajo, Jorge Triaca. “Suena poco creíble”, dijo, aunque reconoció que “es cierto que a veces hay designaciones objetables”. Admitió que sucede incluso en la administración pública santafesina pero no solo en el Poder Ejectuvo. En tal sentido, invitó al Legislativo y al Judicial a revisar sus planteles. Desde el PRO, el diputado provincial Federico Angelini acusó al socialismo de haber hecho del Estado “un lugar donde meter gente, gente, gente”.
“Suena muy a marketing”, opinó Lifschitz sobre el recorte de gastos de la administración pública nacional y lo vinculó al escándalo que disparó el audio de Triaca insultando a su ex empleada doméstica, a quien además tenía en negro. El gobernador fue consultado al respecto durante la recorrido de este martes por la nueva alcaidía.
Con todo, reconoció que en la administración pública en general “suelen haber, a veces, designaciones que no reúnen requisitos de idoneidad y trayectoria y (que resultan tanto) mas objetables cuando son familiares o parientes (de altos funcionarios)”.
“Es necesario revisar estas cosas, nosotros lo hacemos permanentemente”, aseguró el mandatario y señaló, a renglón seguido, que esa revisión también la deben hacer los otros poderes del Estado.