Por motivos sanitarios y económicos, productores porcinos rechazan la importación de carne de cerdo de Estados Unidos. Advirtieron sobre una plaga que afecta a todo el continente excepto a la Argentina y que de permitirse el ingreso de cerdos estadounidenses podría comprometer la sanidad de los animales locales. El ex titular de la Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi, también apuntó a los efectos de esa enfermedad pero hizo hincapié en los perjuicios económicos de la apertura.
“Estados Unidos es el principal emisor de una enfermedad respiratoria exclusiva del cerdo. Ya toda América Latina tiene esa enfermedad salvo un país que se llama Argentina”, señaló el presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (Aapp), Juan Uccelli, en contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2.
Uccelli explicó que esa enfermedad solo afecta al cerdo y que en realidad no tiene un efecto nocivo para el consumidor pero sí supone un problema para el productor porque encarece sus costos de producción.
También advirtió sobre una práctica que podría ser perjudicial a la salud: descongelar la carne que ingrese congelada para que parezca fresca en el mostrador.
Por su parte, Buzzi hizo hincapié sobre el daño de la apertura para el sector que deberá competir en desigualdad de condiciones con el producto de afuera y además hacer frente al posible costo de la enfermedad también importada.
El dirigente agropecuario, que cría chanchos, advirtió que la importación porcina “definitivamente no” va a traducirse en una disminución del precio de la carne de cerdo y sus derivados en las góndolas y las carnicerías.
“Esto no beneficia a los consumidores argentinos, va a terminar perjudicando a los productores”, llamó la atención; y entre ellos a las pequeñas chacras que suelen complementar en casi todos los casos sus actividades con la producción porcina.
“Además de los muchos daños en términos económicos, se puede afectar la sanidad de las granjas de cerdos del país. (Pero eso) no es el problema principal, el problema principal es que estamos afectando la economía sin beneficiar a los consumidores”, recalcó Buzzi.
Ucelli explicó que después de muchos años se logró mejorar la imagen del cerdo, que tenía mala prensa y no era tan demandada, y que en ese sentido el consumo aumentó, por habitante, desde cuatro kilos en 2002 a 17 en lo que va de este 2017.
“Es triste que después de tanto esfuerzo vengan otros de afuera a tomar el trabajo de uno”, concluyó.
La importación de carne porcina de Estados Unidos fue firmada en el marco de un “acuerdo de ampliación comercial” para que la Casa Blanca permita el ingreso de limones y carne de vaca argentinos y fue anunciada la semana pasada, tras la visita del vicepresidente norteamericano, Mike Pence.