La trombofilia es causada por un trastorno de la coagulación en donde la sangre tiende a presentar mayor tendencia a coagular de lo normal. Hay situaciones naturales que pueden llevar a eso, como el caso de un embarazo, pero también puede surgir por problemas de diversa índole. La bioquímica especialista en hematología, Laura Fornasiero, dio más detalles de esta patología.
- ¿La trombofilia es algo que afecta más a la mujer que al hombre, o afecta a ambos por igual?
- Afecta a ambos por igual.
- ¿En qué otras situaciones, aparte del embarazo, puede haber una mayor coagulación?
- Existen otras situaciones donde hay un sistema de coagulación más activo, lo cual en asociación con una trombofilia puede desencadenar una trombosis. Por ejemplo el cáncer, en donde el paciente, en algunos casos, tiene más activado el sistema de coagulación.
- ¿Qué otras situaciones de riesgo puede enfrentar el ser humano, vinculadas a la coagulación de la sangre?
- Otras situaciones de riesgo son las inmovilizaciones prolongadas, indicación de un reposo prolongado, viajes largos en avión, en donde la sangre está más estancada en el lecho vascular y se produce un mayor contacto con las paredes vasculares, lo cual puede activar mecanismos de formación de coagulo. Por eso los médicos hacen profilaxis con anticoagulación para que el paciente pueda llevar adelante tales situaciones sin complicación. Además, se les indica a los pacientes que se movilicen en la medida que puedan, de modo de favorecer la circulación, lo que impedirá el depósito de fibrina a lo largo del árbol vascular.
- ¿Qué hace al médico sospechar una trombofilia?
- El médico hematólogo recibe al paciente que viene a la consulta, o ha sido internado, porque ya tuvo un evento relacionado con la trombosis. O se trata de un paciente joven menor de cincuenta años con una trombosis en algún sitio inusual, o se trata de una persona joven que ha hecho una trombosis espontánea, y que carece de factores de riesgo como pueden ser la obesidad, el tabaquismo, la diabetes, etc.
También puede ser una paciente que no tiene ningún antecedente previo y cursó dos y hasta tres perdidas de embarazo en el primer trimestre; o una paciente con una complicación obstétrica grave a partir del primer trimestre, o una complicación obstétrica tardía. En la mayoría de los casos, llegan con una biopsia de la placenta con coágulos sin otra justificación. Ocurre que, para llegar al estudio de trombofilia, primero, el/la paciente tiene que haber pasado por otros estudios y, recién después de estos se solicita el estudio específico.
- ¿Cómo enfrentan esta situación los médicos de otras partes del mundo?
- Hay una serie de consensos a nivel mundial en donde se establece en qué momento y en qué paciente se solicita el estudio. Tienen que darse una serie de causas por las cuales se justifique pedirlo. Actualmente con la trombofilia y el embarazo, la medicina se enfrenta a un tema muy delicado, porque si el médico recibe en su consultorio una paciente informada sobre el tema que solicita el estudio aunque la pérdida haya sido una y temprana (lo cual es altamente frecuente en pacientes primerizas); y en donde no está justificado solicitarlo, el profesional debe indicar un estudio que no es necesario, o tratar de explicar a la paciente el porqué de la decisión de no pedirlo, ya que hay una altísima probabilidad de que esa paciente tenga un segundo embarazo sin ningún inconveniente. Hay otros casos de complicaciones obstétricas más severas en donde la solicitud del estudio estará justificada.